24 de octubre 2017 - 23:12

Triunfos y derrotas en provincias anticipan recálculo para 2019

• ESQUIRLAS LOCALES DE LAS ELECCIONES LEGISLATIVAS DEL DOMINGO
Sangrías y euforias en el post 22-0. Varios gobernadores ya sueñan con la reelección; otros deberán ajustar frente interno. Se alista la oposición.

picardía. La pegatina en Tucumán traza un esquema prematuro de la batalla que comenzará a definirse recién hacia fines del próximo año.
picardía. La pegatina en Tucumán traza un esquema prematuro de la batalla que comenzará a definirse recién hacia fines del próximo año.
Obligados a imaginar prematuramente el devenir político 2019, varios actores protagónicos de la elección del domingo comenzaron a proclamar ayer -de manera activa o discursiva- sus aspiraciones de cara a la madre de todas las batallas: la renovación de la gobernación.

El expansivo triunfo de Cambiemos en 13 distritos y la ratificación del poder del peronismo en otros nueve, allanó ya el camino para el sueño colectivo e individual en Tucumán, Río Negro, Salta, Neuquén, La Rioja y Santa Fe.

"Borombombón, borombombón, se viene Pechi gobernador". El triunfo de Cambiemos a nivel local en Neuquén renovó la esperanza del zigzagueante intendente de la capital provincial, Horacio Pechi Quiroga, que cree ver en la ventaja de siete puntos la posibilidad de desplazar dentro de dos años al Movimiento Popular Neuquino del sillón de la gobernación.

"Cambiemos tiene que gobernar la provincia a partir de 2019 con el que sea más conveniente y con el que esté más en sintonía, no sólo con los conceptos y las ideas, sino con la capacidad de gestión que tiene que tener un gobernador, que no es una tarea sencilla", sostuvo.

Manzur-Jaldo, la fórmula 2019. Se prepara Cano. El Gobierno miró con buenos ojos el resultado adverso de las legislativas tucumanas. Pese a la derrota del candidato José Cano por 14 puntos frente al peronista Osvaldo Jaldo (actual vicegobernador), la recuperación de votos en relación a las PASO le permite a Cambiemos hacer base en esa provincia. El PJ, sin embargo, aprovechará haber sido una de las pocas provincias en donde las urnas ratificaron el dominio histórico de ese partido. En esa línea, el camino a la reelección de Juan Manzur comenzó a visibilizarse en una serie de afiches de propaganda con la leyenda Manzur-Jaldo 2019.

"Hay que esperar, hay que ver sí Dios nos da salud, faltan dos años todavía. Con Osvaldo Jaldo vamos a seguir trabajando. Somos un gran equipo de trabajo, que todos los días ponemos en marcha obras para que los tucumanos estemos mejor", dijo ayer Manzur, mariscal también del PJ local.

Los Soria, detrás de la herencia familia. El asesinato del exgobernador Carlos Soria, figura excluyente del peronismo rionegrino, habilitó el ingreso definitivo de sus retoños, Martín (intendente de General Roca) y Emilia (reelecta ayer como diputada) a la arena política provincial. "Vamos a regresar al gobierno dentro de un año y medio", blanqueó el también titular del PJ que tomó valor luego de que las listas del partido ampliaran en nueve puntos el resultado de las primarias, venciendo a su inmediato rival de Cambiemos por 19 puntos. La mención del joven Soria omite la pretensión del actual gobernador Alberto Weretilneck (a la sazón fue quien como vicegobernador debió reemplazar a su padre) de conseguir un nuevo mandato -opera como virtual segundo el que obtuvo en 2015-, pese a que en estos comicios legislativos se vio obligado a dar de baja a sus candidatos por el magro resultado de las PASO.

El enemigo en casa. El tropiezo electoral de los candidatos de Juan Manuel Urtubey en Salta atizó el sueño del intendente de Cambiemos de la capital provincial, Gustavo Sáenz, un exaliado del gobernador que también revistó en las filas del massismo y hoy aparece como la principal amenaza de la continuidad del poder del peronismo en 2019. Los votos que acarreó este jefe comunal aprovechando la fisura del PJ le valieron la derrota a Urtubey, quien se ve obligado a postergar -al menos en lo inmediato- su ambición presidencial y a trabajar en el realineamiento local de sus fuerzas para conservar el dominio territorial. Sáenz no oculta su deseo por suceder a Urtubey y en la Casa Rosada anotan la victoria de ayer como la antesala de lo que puede ocurrir en los próximos años.

Menem lo hizo. El latigillo inherente al expresidente mutó en beneficio para los planes 2019 de Cambiemos. El segundo lugar obtenido por el peronismo -que sin embargo le aseguró a Carlos Menem su permanencia en el Senado por otros cuatro años- opacó el sueño del gobernador Sergio Casas y de su jefe político, Luis Beder Herrera, de retener a perpetuidad la gobernación riojana. El triunfo del exministro de Defensa Julio Martínez dará vía libre al avance de la maquinaria partidaria del oficialismo nacional para pensar en pintar de amarillo ese distrito dentro de dos años.

Duelo en el socialismo. El primero y el segundo puesto que obtuvieron el domingo Cambiemos y el peronismo de Agustín Rossi en Santa Fe, relegando al tercer lugar al gobernante Frente Progresista, abrió una herida de muerte para los planes inmediatos del socialismo. Acostumbrado, de todos modos, a trazar una diferencia entre una elección legislativa nacional y una a gobernador. Sin posibilidad de reelección, Miguel Lifschitz, deberá concentrar ahora todos sus esfuerzos en repensar la relación entre socialistas y radicales para evitar que en 2019 la provincia quede al acecho real del justicialismo y del PRO. Por caso, hace dos años Miguel del Sel (con el aval del macrismo) quedó a un paso de arrebatarle la gobernación al Frente Progresista.

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