25 de octubre 2017 - 22:45

Post voto fuerza purgas de gabinete en provincias

• FESTIVAL DE RENOVACIONES,TRAS DERROTAS O NECESARIA EXPORTACIÓN DE MINISTROS Y VICES AL CONGRESO
En rebote directo de las parlamentarias del pasado domingo, buena parte de los gobernadores retocará su equipo de funcionarios para encarar el segundo y último tramo de su gestión.

Oxígeno. El entrerriano Gustavo Bordet y el santafesino Miguel Lifschitz, dos de los caciques con gabinetes que tendrán algún grado de renovación. El del socialista podría acusar recibo de la tensión con radicales pro Cambiemos.
Oxígeno. El entrerriano Gustavo Bordet y el santafesino Miguel Lifschitz, dos de los caciques con gabinetes que tendrán algún grado de renovación. El del socialista podría acusar recibo de la tensión con radicales pro Cambiemos.
Las elecciones parlamentarias del domingo, con sus festejos y sinsabores, activaron forzados cambios de gabinete en las provincias, con un mix de disparadores: la necesidad de autocrítica y renovación tras resultados adversos, el salto desde diciembre de un ramillete de funcionarios al Congreso o la aplicación de purgas tras tensiones intestinas.

La fuga hacia el Parlamento alcanza incluso a un trío de vicegobernadores: el cordobés Martín Llaryora, el chubutense Mariano Arcioni y el tucumano Osvaldo Jaldo, quienes fueron electos como diputados nacionales.

La lavada de cara de los gabinetes podría incluir en algunos distritos el ingreso de sectores díscoles de los partidos gobernantes, en el caso de oficialismos que cayeron en las urnas, como gesto en pos de unidad.

Entre los gobernadores que reaccionaron -en pos de oxígeno para el segundo tramo de sus mandatos- tras reveses ante Cambiemos hay cuatro justicialistas: el salteño Juan Manuel Urtubey, el chaqueño Domingo Peppo, el entrerriano Gustavo Bordet y el riojano Sergio Casas.

Pero además habrá retoques obligados en buena parte de los distritos por candidaturas que fueron validadas en las urnas.

Los gabinetes actuaron como cantera y algunos de los ministros ungidos son piezas estratégicas en sus distritos, por lo que no se descartan mutaciones a versión "testimonial". Veamos:

Quien puso primera en el mea culpa fue Urtubey: con la derrota por casi 7 puntos ante Cambiemos todavía caliente le pidió el lunes la renuncia a todos sus ministros. "Voy a evaluar la continuidad de quiénes pueden hacerlo y qué cambios se pueden hacer para generar nuevos bríos en algunas áreas de gobierno", remarcó ayer.

Luego se sumó Bordet, quien ya había transitado por un traspié peronista en las PASO, que se amplió el domingo. Pero buscó despegar los retoques del revés. "Las elecciones no son determinantes en este sentido; sí estamos a mitad de gestión, cuando siempre es necesario renovar y buscar fortalecer la gestión", afirmó.

Por esas horas transitó una senda similar Peppo, otro cacique del Nordeste, luego de que Chaco Merece Más cayera ante Cambiemos por 2 puntos. "Va a haber cambios en el gabinete a partir de los que se tienen que incorporar como diputados pero, además, ajustes en distintas áreas: no sólo en las personas, sino en la concepción de los objetivos", sostuvo. Serán retoques no sólo de nombres sino además de estructura, y no se descarta el ingreso al gabinete de partidarios díscolos, con la mirada puesta en la kirchnerista Unión Ciudadana, foco de fuga de votos.

Ayer, por su parte, los ministros de Casas pusieron a disposición sus renuncias para dejarlo en libertad para concretar cambios, luego de la dura derrota de la lista encabezada por Carlos Menem.

Otros aires llegarán también al equipo de la justicialista catamarqueña Lucía Corpacci. El PJ se impuso, pero varios funcionarios fueron electos y están en la gatera de los cambios, que se concretarán en las próximas dos semanas. El lote incluye a los ministros de Gobierno, Gustavo Saadi; de Hacienda, Ricardo Aredes, y de Producción, Raúl Chico (los dos últimos irán a la Legislatura).

El cordobés Juan Schiaretti fue otro de los peronistas que se toparon con una derrota ante Cambiemos. En su caso habrá dos retoques obligados y muy cercanos: el vicegobernador Llaryora irá a la Cámara Baja, lo mismo que Alejandra Vigo, esposa del mandatario, actual secretaría de Equidad y Promoción del Empleo.

Otros dos vicegobernadores también consiguieron un pase a Diputados: el chubutense Arcioni -tras el ajustado triunfo de Chubut para todos, que lidera Mario Das Neves, sobre Cambiemos- y el tucumano Jaldo, que completa la dupla gobernante que encabeza el justicialista Juan Manzur.

Tiempo de renovación tendrá además el socialista santafesino Miguel Lifschitz, tras el tercer puesto del Frente Progresista: fue electo el ministro Luis Contigiani (Producción) como diputado.

Pero el retoque podría ser más amplio, tras la tensión intestina con radicales pro Cambiemos. "Quienes no comulguen con el proyecto del Frente no deberían estar en este barco", disparó ayer el vicegobernador Carlos Fascendini.

En Mendoza, en tanto, el radical Alfredo Cornejo -quien cantó victoria- exportará a la ministra de Salud, Claudia Najul (se va a la Cámara Baja). El misionero Hugo Passalacqua hará lo propio con su ministro de Gobierno, Ricardo Wellbach; el jujeño Gerardo Morales con el de Salud, Mario Fiad, y el formoseño Gildo Insfrán con el de Turismo, Ramiro Fernández Patri.

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