20 de noviembre 2017 - 22:47

Retiro voluntario abre abanico de críticas a gremio y a senadora K

• LÍDER SINDICAL NORBERTO DI PRÓSPERO (APL) Y LILIANA FELLNER (FPV), EN LA MIRA
Una empleada aseguró que no pudo concursar como secretaria de la comisión de Turismo, cargo que tuvo que dejar por “maltratos”.

Norberto Di Próspero y Liliana Fellner
Norberto Di Próspero y Liliana Fellner
El Senado activó, a inicios de noviembre, un sistema de retiros voluntarios para descomprimir el gasto, entre otras decisiones que tomó para mejorar la gestión. Sin embargo, esa posibilidad destapó una olla de críticas de trabajadores que ya aceptaron ese plan: uno de los casos que se viralizó fue el de Adriana Romero, empleada en el Congreso desde 1984, quien repartió un ramillete de cuestionamientos hacia el polémico líder del mayoritario gremio legislativo, Norberto Di Próspero (APL), y también hacia la senadora kirchnerista Liliana Fellner (Jujuy).

Romero envió una carta a las autoridades del Senado que luego publicó en redes sociales. En la misiva, manifestó que se sumó al plan de retiros voluntarios "con dolor y resignación por no haber logrado que se respetara" su "derecho a concursar un cargo como lo establece la ley 24.600", es decir, las reglas básicas que establece el "Estatuto y Escalafón para el Personal del Congreso".

"Amé mi trabajo desde el primer día -en febrero de 1984- y me despido con la tranquilidad de haber hecho el bien desde las distintas funciones que desempeñé. Pero hubiera querido que (...) me respondieran alguno de los tantos mails y cartas que mandé pidiendo concursar el cargo que tuve que dejar (Secretaria de la Comisión de Turismo) acosada por la senadora Fellner, quien me maltrataba en público y que resintió mi salud al punto de preferir renunciar y empezar un peregrinar por despachos de legisladores, que me permitieron trabajar en sus equipos", aseguró la empleada.

Romero detalló que las solicitudes enviadas en gestiones anteriores no tuvieron efecto, y que desde la oficina de Recursos Humanos de la actual administración le dieron la razón, aunque sin convocar a ningún tipo de concurso. "Soy Magister en Gestión y Economía del Turismo, abogada, licenciada en Turismo, docente de la UBA. Tengo un legajo impecable, lleno de diplomas. Sin embargo, quien me reemplazó es un agente que designó Fellner, sin título terciario o universitario, pero con la protección de APL, gremio que tiene poder para repartir categorías, cargos, y proteger a agentes sumariados. Todo amparado por la remanida frase: 'Ésta es una casa política'", disparó la empleada parlamentaria.

La denunciante también dejó en claro que "mientras esa frase siga sonando para justificar atropellos, ignorar derechos, amparar incompetentes, designar amigos y parientes, todo lo que hagan para maquillar al Honorable Senado será inútil", ya que "de nada sirven la certificaciones de calidad, las distinciones, los pomposos actos en el Salón Azul, las capacitaciones, y tanto gasto en imagen y en redes sociales si no se consagra la igualdad de oportunidades para el ingreso al empleo público, los concursos para cargos técnicos y la carrera administrativa".

Por su parte, Di Próspero reapareció en el radar este año por la auditoría que se realizó en 2016 a la Dirección de Ayuda Social (DAS), que ni siquiera permite triangular los aportes: tiene un software "basado en DOS que data de 1993 y contiene carencias y limitaciones varias, algunas de ellas significativas"; déficit -2014, último dato- y una "gran cantidad de direcciones, en una proporción que es inusual para cualquier estructura organizativa del sector de la salud".

Dejá tu comentario