- ámbito
- Edición Impresa
Submarino: Armada, sin poder de auxilio. Grave
• POR DÉCADAS DE RECORTES PRESUPUESTARIOS E IMPREVISIÓN DE LA POLÍTICA
El país debió recurrir a ayuda internacional para las operaciones de rescate porque carece de sistemas adecuados para un salvataje. Al cierre de esta edición aún no había novedades del ARA San Juan.
Otros sistemas menos complejos constan de un vehículo sumergible también manejado de manera remota que se utiliza para llevar mangueras que, una vez conectadas al casco del submarino accidentado, inyectan aire fresco y mantienen respirable la atmósfera del interior disminuyendo el nivel de CO2 (anhídrido carbónico.
Tampoco alcanza con disponer del equipamiento si no se asignan los fondos para ejercitaciones simuladas en el mar y se gestionan en tiempo y forma las autorizaciones políticas para el entrenamiento. Por caso, recientes dilaciones de Defensa con recurrentes análisis de los costos dejaron caer una maniobra que la Armada iba a realizar con los Estados Unidos en la base Almirante Zar, en Trelew. Aguad envió tarde el proyecto al Congreso. Lograr adiestramiento óptimo requiere invertir dinero. Cuando ocurre el accidente ya es tarde para aprender o adiestrarse, el tiempo apremia y se corre el riesgo de que la dotación atrapada en el fondo del océano pueda quedarse sin oxígeno.
Al no contar con esta capacidad, una opción es recurrir a la cooperación internacional, pedida a tiempo. Brasil, Chile, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Perú y Uruguay respondieron al llamado del Gobierno nacional. La marina estadounidense desplegó su equipo de rescate de profundidad que llegó en un avión Globemaster, además colabora con un avión P-3B Orion matrícula N426NA, perteneciente a la NASA (National Aeronautics and Space Administration) en la zona de búsqueda. El Reino Unido ordenó el despliegue del rompehielos HMS Protector que se dirigió desde la Antártida a máxima velocidad hacia el área donde se registró el último contacto con el San Juan. La marina brasileña envió el buque Felinto Perry construido para misiones específicas de socorro submarino. Tiene cámara hiperbárica, una campana de rescate y un vehículo de operación remota que llega a los 500 metros de profundidad. Brasil desarrolló la capacidad de rescate de profundidad -que la Argentina perdió- al mismo tiempo que incorporaba los submarinos clase 209 de origen alemán, semejantes al ARA San Luis de la marina criolla que participó en el conflicto del Atlántico sur.
Dejá tu comentario