21 de noviembre 2017 - 20:46

Todo para crecer

Todo para crecer
Impensado. Con esa palabra se puede sintetizar el comportamiento del mercado automotor durante 2017. Los cálculos más optimistas al comenzar el año no aventuraban en lo más mínimo que hacia diciembre las ventas internas se acercarían a las 900.000 unidades para quedar a un paso del récord de operaciones de 2013. Pero eso es lo que está sucediendo. Por eso el clima en el sector es de marcado optimismo para 2018, Tanto es así que en algunas empresas auguran un nuevo crecimiento en la actividad, por lo que la meta de un millón de unidades comercializadas no parece descabellada.

Ese es el balance y la perspectiva tras una mirada ligera del momento que vive una de las industrias del país con gran mayor impacto en el resto de la economía, pero es bueno bucear en lo profundo para tener una imagen más detalla.

Está claro -al menos por la opinión de los protagonistas- que nada de esto estaría sucediendo si no fuera por el cambio de reglas económicas que se produjo con la llegada del actual Gobierno. La falta de divisas en los últimos años de la gestión kirchneristas dejó a las fábricas al borde la parálisis. La cadena de pago a los proveedores del exterior de autopartes está prácticamente cortada y producir 0 km era cada vez más dificultoso. El abastecimiento de autos importados, en ese contexto, había llegado al mínimo, por lo que de seguir unos meses más en esas condiciones el colapso hubiera sido inevitable.

El nuevo Gobierno provocó un giro de 180 grados y las consecuencias están a la vista. Aparte de la cuestión cambiaria, se impulsaron medidas como la Ley de Autopartes o el plan de producción "Un millón", que pusieron un nuevo horizonte. A esto se sumó el incentivo a ganar nuevos mercados ante la crisis de Brasil, el principal destino de los autos argentinos. Los problemas del principal socio comercial en materia de autos fueron protagonistas en los últimos dos años. Para bien y para mal. Lo negativo es que el país vio cómo se derrumbaron sus exportaciones. Lo positivo es que el ingreso de autos brasileños fue impulsor del boom de ventas de parte de 2016 y todo 2017. Las bonificaciones de vehículos con origen brasileño dominaron el mercado hasta llegar a representar más del 60% del total de las ventas. Queda por resolver el problema de intercambio -el denominado Flex-, que tiene enfrentados a empresas y funcionarios ante la posible aplicación de polémicas multas.

Pero más allá de todo eso, las perspectivas son favorables. Brasil está mostrando en los últimos meses signos de recuperación y eso es vital para la industria local. Si esa tendencia se consolida, las automotrices argentinas se encaminan a partir de 2018 y por los años siguientes para vivir su mejor momento. Para eso se están preparando con una cantidad de proyectos fabriles nunca vistos en el país. Hay más de u$s3.000 millones en inversiones en ejecución o anunciadas que provocarán una revolución industrial en el sector. Volkswagen, General Motors, Groupe PSA, Fiat, Toyota, Honda, Renault, Nissan y Mercedes-Benz. Todas marcas que desde este año y por los próximos dos lanzarán nuevos modelos con alto nivel tecnológico que se destinarán en parte para el mercado interno pero, principalmente, para la exportación. Todas esas nuevas plataformas y la recuperación de Brasil hacen pensar en ese futuro favorable. Falta mucho para avanzar. Especialmente en materias de rebaja de impuestos, mejora de la productividad y rentabilidad, pero también es la primera vez en serio que esos temas se ponen en la mesa de discusión entre todas las partes involucradas. En este suplemento especial de Autos, los responsables de las empresas radicadas en el país dan su visión de lo que sucede hoy en esta industria clave. También se publican los principales lanzamientos que están en carpeta para el año próximo por parte de terminales e importadores. La cantidad de novedades es otro termómetro para medir la expectativa de un sector con motivos fundados para seguir creciendo.

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