4 de diciembre 2017 - 23:48

Tras rebeldía, San Luis batalla cobro de $ 17.000 M

• ALBERTO RODRÍGUEZ SAÁ SE REÚNE EL MIÉRCOLES CON EL TITULAR DE LA CORTE, RICARDO LORENZETTI
El Gobierno provincial busca acelerar los tiempos de pago de Nación de una deuda -por la detracción del 15% de la coparticipación- que cuenta ya con sentencia favorable en el máximo tribunal.

Alberto Rodríguez Saá.
Alberto Rodríguez Saá.
La rebelión de San Luis, que arruinó la foto de asistencia perfecta al Pacto Fiscal que buscaba la Casa Rosada, tendrá esta semana un round clave, cuando el gobernador Alberto Rodríguez Saá se reúna el miércoles con el titular de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, para meterle presión a Nación por el pago de la deuda que ya tiene fallo favorable del máximo tribunal.

"Estamos en un callejón sin salida", dicen desde la provincia, que no adhirió al acuerdo que tuvo la rúbrica del resto de los distritos. De haber firmado, Rodríguez Saá hubiese tenido que bajar juicios al Estado nacional, entre ellos el que pide cobrar, según cálculos puntanos, unos $17.000 millones por la retracción del 15% de la coparticipación entre 2009 y 2015 para financiar a la Anses.

La oferta nacional fue insuficiente para satisfacer los deseos de San Luis, que tenía poco que ganar con el Pacto. A diferencia de otras provincias, el distrito de Rodríguez Saá no tiene deudas con Nación, cuenta con presupuesto equilibrado y no posee déficit en su caja jubilatoria, prendas de negociación que llevaron a otros gobernadores a desenfundar la lapicera.

Ahora San Luis intentará destrabar el pago de aquella deuda. En octubre la Corte Suprema intimó a ambas partes a que se pongan de acuerdo sobre el monto a liquidar, ya que las diferencias entre tasas activas (las que aplica San Luis) y pasivas (las que aplica Nación) son de algo más $2.000 millones. Y aunque la adhesión le hubiese garantizado a San Luis apenas un bono de $2.000 millones a cobrar en 10 años, el desplante al Pacto le deparará también una carrera de obstáculos. Por eso el gobernador estará pasado mañana en Buenos Aires en una audiencia que aceptó Lorenzetti.

Los puntanos no esperan una declaración determinante del presidente de la Corte, aunque aspiran a que convoque a una reunión con Nación para darle forma definitiva a la liquidación final y a la forma de pago. "La Corte emite fallos pero no es mediadora, la tenemos difícil si el Gobierno nacional no tiene voluntad", dijeron a este medio desde San Luis. En caso de que no haya acuerdo, los supremos deberán poner el número final arriba de la mesa. "Supongamos que la Corte emita un nuevo dictamen en febrero, a partir de allí corren otros 120 días para que nos pongamos de acuerdo por la forma de cobro", explicó un funcionario puntano a Ámbito Financiero.

Los antecedentes no son alentadores, ya que la Casa Rosada evitó las cumbres con Rodríguez Saá. Y en San Luis estiman que ahora, más aún, la situación seguirá ese rumbo. La última reunión fue en marzo, con los ministros de Hacienda, Nicolás Dujovne, y del Interior, Rogelio Frigerio. Desde allí, no hubo más intentos de salida política.

"Si no hay respuestas en los seis meses de plazo que da la Corte, recién ahí se dispone una ejecución como en cualquier juicio", detallaron en la provincia.

Por su parte, el mandatario peronista aseguró que espera la reunión del miércoles "con expectativa". y dijo que desde la provincia hay "voluntad de diálogo" con los funcionarios del Gobierno nacional.

Además, reiteró lo que hace una semana había manifestado su ministra de Hacienda Pública, Natalia Zabala Chacur: el pacto los obligaba a perder autonomía. "Si nos disminuyen la coparticipación y los impuestos provinciales, nos llevan a bancarrota", dijo Rodríguez Saá en referencia a las pautas del Pacto Fiscal que exigen una gradual eliminación de tributos locales, en especial Ingresos Brutos. La reunión del miércoles también será mirada de reojo por el resto de las provincias, en especial aquellas que firmaron el pacto con reservas y desde donde por lo bajo aseguran que la dependencia de fondos nacionales los puso entre la espada y la pared.

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