11 de diciembre 2017 - 21:36

Teva y Paraná

Salvo por los pocos años que estuvo al frente de la filial local de la multinacional Serono, Bouzada siempre residió en Paraná. Hay amor al terruño, pero también razones estratégicas: "Acá en Paraná soy conocido, tengo credibilidad, y eso ayuda. Pero además hay un clima que permite crecer, con muchas facultades locales o de Santa Fe que generan ingenieros químicos, profesionales en biotecnología, bioinformática. Y una gran fidelidad mutua, algo que en Buenos Aires es difícil. Mi rotación es bajísima: por caso, de los nueve empleados que arrancaron con nosotros en 2001, dos fallecieron, y los otros siete continúan". Afuera sí se expande: para convertir a Eriochem en una multilatina, inauguró una planta en Uruguay y tiene un centro logístico en Brasil más oficinas en México y EE.UU.

Otro dato relevante es conocer su referente. Bouzada no lo duda: "Teva farmacéutica", responde, en referencia al gigante israelí. "Porque es una empresa de genéricos, pero tiene propiedad intelectual. Yo cambié el modelo de negocios de Eriochem en 2005, cuando vi lo que ellos hacían. Porque el 60% de su profit se debía a un solo producto en un súper nicho de mercado, y el resto era la suma de todos los genéricos. Ahí me di cuenta de que nuestro potencial vendría más por las formulaciones que por los ingredientes activos. Y que debíamos transitar por la fase investigativa, de productos originales, como lo habían hecho ellos".

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