22 de diciembre 2017 - 22:31

Economías regionales: un sector fundamental que todavía no arrancó

Economías regionales: un sector fundamental que todavía no arrancó
En 2017 los principales problemas de los complejos productivos siguen vigentes. Tenemos expectativas de que el año que viene podamos resolverlos.

Fue un año complicado para las economías regionales. Los brotes verdes aún no han aparecido en la mayoría de los complejos productivos. La suba de costos, la elevada presión tributaria, el atraso cambiario y los vaivenes climáticos siguen siendo problemas recurrentes sin solución a corto plazo. Venimos atravesando tiempos muy difíciles con problemáticas que ya llevan varios años. Lamentablemente somos un sector en crisis permanente. A algunas economías les va mejor que a otras, pero la realidad es que todas tienen sus inconvenientes propios que deben ser tratados desde diversas ópticas.

El Gobierno nacional tomó medidas para favorecer al interior productivo como la eliminación de retenciones y la liberación de las exportaciones. Estamos en presencia de un Gobierno que tiene buenas intenciones y que ha puesto en primer plano a la producción. Eso indudablemente es importante porque nos posiciona de manera distinta frente a la sociedad y a la política. Los cultivos tradicionales en la zona núcleo pampeana -como la soja, el trigo y el maíz- han respondido de manera inmediata a los estímulos oficiales. Sin embargo, la realidad de las economías regionales es completamente diferente.

Productores de cítricos, leche, yerba, miel, vino, cebollas, limones, ajo, algodón, papas, legumbres, cerdos, tabaco, caña de azúcar, peras, manzanas y arroz, entre otros complejos, representan un universo de realidades diversas que deben ser atendidas en función del real impacto económico y social que cada una de ellas tiene en su lugar de origen. Los productores necesitan de un Estado presente que atienda los problemas con soluciones a medida.

Asimismo, por segundo año consecutivo el Gobierno no ha podido cumplir con la meta de inflación. La suba de costos es el principal flagelo de los productores. El reciente aumento en los combustibles representó un duro golpe para el campo. Fue el segundo incremento en poco más de un mes. La política de actualización de precios en los combustibles se volvió absolutamente impredecible. El encarecimiento de los costos logísticos hace que el precio de los fletes se lleve buena parte de la renta del productor. Actualmente el flete camionero argentino es un 76% más caro que el brasileño y un 70% superior al estadounidense. Resulta imposible elaborar cualquier planteo productivo a mediano y largo plazo con una inflación que ronde el 25% anual.

Por otra parte, el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) que elaboramos en la CAME nos muestra que los productores agropecuarios reciben apenas un 25% del precio final de los alimentos. Estamos muy lejos del 33% que necesitamos como piso que perciban los productores para poder crecer y desarrollarse en sus localidades. En algunos casos la brecha entre lo que cobra el productor primario y lo que pagan los consumidores en las góndolas de supermercados es escandalosa. Este tema hay que atacarlo con políticas de seguimiento y castigo en las cadenas de valor donde algunos actores se quedan con una porción de la renta que no les pertenece.

El ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, conoce la realidad de las economías regionales y desde el primer día ha manifestado que su principal objetivo de gestión es recuperar competitividad para poder salir al mundo en igualdad de condiciones. Hay una marcada asimetría macroeconómica con respecto a otros países de la región que se debe corregir. Hoy estamos produciendo con tecnología del siglo XXI con una infraestructura del siglo pasado.

En definitiva, en las economías regionales tenemos todas las condiciones para convertirnos en un importante aliado del Gobierno a la hora de crear empleo genuino, reducir la pobreza y generar arraigo en el interior del país. El 2018 lo esperamos con grandes expectativas porque confiamos en que los funcionarios son conscientes de los problemas que venimos marcando. Tenemos que ponernos a trabajar para que todos los sectores productivos puedan expresar su verdadero potencial. Confiamos en que así será.

Pte. del sector de

Economías Regionales (*)



(*) de la Confederación Argentina

de la Mediana Empresa (CAME)

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