22 de diciembre 2017 - 23:38

Dujovne, más relajado, espera déficit menor a 4% para este año

• LOS DATOS DE NOVIEMBRE MOSTRARON UN SOBRECUMPLIMIENTO DE METAS
En 2017, el desequilibrio sería unos $20.000 millones menor que el presupuestado. Es la misma cantidad que necesita de más para 2018.

meta. El ministro Dujovne espera, tranquilo, el resultado final del déficit de este año para la segunda quincena de enero.
meta. El ministro Dujovne espera, tranquilo, el resultado final del déficit de este año para la segunda quincena de enero.
Nicolás Dujovne respira tranquilo. Su fin de año puede ser de los más serenos de todo el gabinete de Mauricio Macri. Su principal objetivo para cerrar el año y comenzar 2018 está a punto de cumplirse, y hasta superarse. Pero además se garantizaría que la misión que el Presidente le dio para el próximo ejercicio pueda lograrse sin sobreesfuerzos y sólo con cierta disciplina. Según los números que se manejan en el Ministerio de Hacienda, el déficit fiscal para este año se sobrecumpliría y no llegaría al 4,2% programado para este año. Le sobrarían entre $20.000 y $30.000 millones, los que contablemente pasarían a ayudar el cierre de desequilibrios entre recursos y gastos de 2018. Ese año debería cumplir la meta de un déficit de 3,2% del PBI, lo que implica un ahorro extra de $123.000 millones contra este año; y la manera que diseñó el ministro para poder lograrlo fue el combo de reformas previsional, impositiva y el pacto fiscal con las provincias que tantos problemas políticos le trajo al oficialismo en el complicado cierre de diciembre. El diseño fiscal original hablaba de recursos extras por unos 140.000 millones. Estos provendrían de los $100.000 millones que iba a aportar la reforma previsional con el simple cambio de la eliminación de la "movilidad jubilatoria" por la indexación vía inflación medida por el INDEC; más los $40.000 millones de la reforma impositiva. Los recortes que fue sufriendo el paquete diseñado por Dujovne le quitaron unos 20.000 millones a la reforma previsional y unos 10.000 millones de pesos a la impositiva. El ministro entró en alerta el jueves pasado cuando desde el oficialismo comenzaron a ensayar salidas políticas para que Diputados apruebe la reforma previsional, que ese día generaba la primera jornada de violentas repercusiones en la puerta del Congreso. Le llegó así el pedido presidencial de que calcule el pago de un "bono compensatorio", que el ministro estimó con un tipo de 5.000 millones. Ese fue su límite. Inmediatamente después Dujovne se plantó y le aclaró al "ala política" que si se quería lograr la orden presidencial de un déficit de 3,2%, no se podrían hacer más concesiones al "mecano fiscal" diseñado para el año próximo. Hacienda respiró tranquila cuando desde el Gobierno le aseguraron que los votos estarían el lunes, y que no habría más recortes a su programa fiscal. Finalmente, el avance de la reforma impositiva terminó de tranquilizar al ministro, que comenzó a mirar el tercer factor que le garantizaría la meta ordenada por el Presidente. El dato lo obtuvo anteayer, con el anuncio del déficit fiscal acumulado a noviembre de unos $29.662 millones, lo que anualizado acumula un desequilibrio entre ingresos y gastos de $284.757 millones; un resultado similar al de 2016. El dato representa un 2,8% del PBI, y 1,4 porcentuales por debajo de la meta fiscal de 4,2% del PBI fijada para este año; con recursos totales creciendo a un ritmo de 29,5% en términos interanuales, y gastos subiendo a 24,5 %. Si bien diciembre siempre es un mes complicado (y apto para las alquimias fiscales contables), el déficit nunca alcanzaría ese 1,4%, y se ubicaría, en el peor de los casos en un punto porcentual. En consecuencia, la meta final de 4,2% se sobrecumpliría y se ubicaría en muy cerca de 4% con posibilidades de ser. Serían unos $300.000 millones finales. El número es alto y preocupante, pero menor que el que originalmente presupuestó el Gobierno para este año, en un diseño que había tenido el copyright de Alfonso Prat Gay. Si se lograra el 4% de déficit, el sobrecumplimiento implicaría un "ahorro" extra e indirecto de entre $20.000 y $30.000 millones, el número preciso que necesitaba Dujovne para que su "mecano fiscal" para 2018 cierre cerca de los $123.000 millones de ahorro, aún con los recortes sufridos a las versiones originales de las reformas previsional e impositiva.

Dujovne tiene aún otro as en la manga para el próximo año. Si continuara la tendencia de recursos trepando cerca del 29% y los gastos en el 25%, para diciembre próximo los ingresos extras a lo calculado en el Presupuesto que trataba anoche el Congreso serían de unos $20.000 millones. Esa luz le serviría a Hacienda para mostrarles a los mercados, mes a mes, que la meta final de 3,2% se va logrando y que la presión inflacionaria va aflojando y que el 15% final de incremento del IPC es posible. En definitiva, este es el fin de toda la estrategia fiscal del macrismo para el próximo año. Inmediatamente después la mirada pasaría a otra dependencia pública: el Banco Central. El organismo que maneja Federico Sturzenegger debería esperar a observar los números fiscales e inflacionarios del primer trimestre de 2018, y analizar una seria y concreta reducción de las tasas de interés. El sueño oficial es que para los últimos tres meses del año, este porcentaje esté por debajo del 25% anual.

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