5 de enero 2018 - 23:41

Otro gremialista preso enciende alarmas en CGT

• PRESUNTO DESVÍO DE FONDOS Y LAVADO DE DINERO
Marcelo Balcedo, heredero del sindicato Soeme y del diario Hoy, de La Plata, actuaba en las 62 Organizaciones y tenía una pata kirchnerista.

Operativo. Más de medio millón de dólares, armas de diverso calibre y una colección de autos de alta gama, fueron decomisados en la mansión esteña donde detuvieron a Balcedo y su esposa.
Operativo. Más de medio millón de dólares, armas de diverso calibre y una colección de autos de alta gama, fueron decomisados en la mansión esteña donde detuvieron a Balcedo y su esposa.
La detención en Punta del Este del sindicalista y empresario periodístico Marcelo Balcedo, acusado por presunto desvío de fondos y lavado de dinero, causó ayer un cimbronazo en el ámbito gremial por varias razones: además de compartir ese doble rol con otros dirigentes, el apresado integraba las 62 Organizaciones, un espacio que tenía proximidad con el oficialismo debido a la pertenencia política que ostentaba el fallecido líder de los trabajadores rurales Gerónimo "Momo" Venegas.

El derrotero de Balcedo fue vertiginoso y en pocos años sumó elementos propios de otros gremialistas con ambiciones. En apenas un lustro como secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (Soeme), cargo que heredó de su padre apenas fallecido, Antonio Balcedo, manejó también el diario Hoy, de La Plata (otro legado de su progenitor), e incursionó en política con criterio ambiguo: mientras se mostraba cercano a la administración de Mauricio Macri como miembro del sello gremial oficialista de las 62 Organizaciones, su adjunta, Susana Mariño, lograba una banca de diputada bonaerense en la lista de Unidad Ciudadana, bajo el liderazgo de Cristina de Kirchner en las últimas elecciones.

De igual modo, el detenido siguió la suerte de otros dirigentes encarcelados que sufrieron la indiferencia inmediata de sus pares. Así como el marítimo Omar "Caballo" Suárez y el constructor platense Juan Pablo "Pata" Medina, los hasta ayer colegas de Balcedo se apresuraron a desmarcarse y a poner al descubierto los costados más oscuros del investigado y a dar por sentado que era cuestión de tiempo su caída en desgracia.

Su llegada al Soeme, una organización que declara tener 35 mil afiliados concentrados en la provincia de Buenos Aires pero con presencia en la Capital Federal y en otra decena de distritos, coincidió con la muerte en 2012 de su padre, que había sido estrecho colaborador de Hugo Moyano desde los tiempos del Movimiento de Trabajadores Argentinos (MTA) y miembro de las conducciones de sus mandatos como líder de la CGT. De Antonio Balcedo su hijo también heredaría, junto a su viuda, Myriam "Nené" Chávez, la propiedad del diario Hoy, rival de El Día de La Plata.

La primera alianza no tardó en naufragar. Una protesta del Soeme frente al colegio adonde cursaba sus estudios primarios Jerónimo Moyano, el menor de los hijos de Hugo, se volvió rápidamente en contra del camionero cuando los otros padres de los alumnos lo culparon por la falta de clases. Lleno de ira el entonces jefe de la CGT acudió al Soeme con el propósito alegado de trenzarse con Balcedo, y a pesar de no haberlo encontrado rompió el vínculo con la organización. Fue entonces cuando el Soeme pasó a las filas de las 62 Organizaciones bajo el ala del rural Gerónimo Venegas y allí se mantuvo hasta la muerte del gremialista, el año pasado.

El alineamiento político de Balcedo fue en general sinuoso. Durante los últimos años de Cristina de Kirchner las tapas de Hoy mostraron críticas feroces hacia sus principales funcionarios. Con el entonces gobernador bonaerense, Daniel Scioli, el vínculo fue también pendular en función de las necesidades financieras del matutino. De hecho, la causa que investiga el juez Ernesto Kreplak se basa en presuntos desvíos del sindicato hacia el diario.

El cambio de Gobierno y su militancia en las 62 encontró a Balcedo en una posición cómoda al punto de intervenir en las paritarias de estatales y docentes bonaerenses a pedido de la administración de María Eugenia Vidal, en general para mostrarse favorable a los planteos del oficialismo. Esa actitud llegó incluso a romper el Frente de Gremios Estatales en 2016 en sintonía con UPCN, tras la firma de un aumento salarial de 17 por ciento.

En el Ejecutivo nacional también buscaron ayer despegarse de Balcedo. Cerca del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, aclararon que no está en los planes una intervención inmediata a no ser por pedido del juez, y sólo en caso de que la causa judicial terminase por embarrar a todos los referentes de la conducción. En reemplazo de Balcedo quedará en principio Mariño aunque otro de los referentes, Tomás Casco, será promocionado por las 62 para quedar como futuro secretario general en caso de permanecer encarcelado el actual líder.

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