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Economías regionales, en jaque
LAS ACTIVIDADES EXTRAPAMPEANAS NO LOGRAN SALIR A FLOTE - La performance exportadora de este segmento volvió a caer en 2017. La suba en los precios de algunos productos enmascaró el retroceso del volumen enviado al exterior. Cómo sigue el negocio.
Maní y limón. Ambos productos muestran buenos valores de exportación, pero terminaron el año pasado con un baja en la cantidad de producto exportado.
Pero el tema no es nuevo. De hecho, en el informe periódico de la Mediterránea, donde se sigue la evolución de la última década (2007), Garzón-Bullano destacan:
• En 18 de 26 cadenas estudiadas (economías regionales, encadenamientos pecuarios y cadenas de granos), Argentina no pudo seguirle el ritmo al comercio mundial, resignando participación de mercado. Los ajustes más fuertes se encuentran en carne bovina (reduce en un 41% su market share), trigo (-49%), girasol (-67%), sorgo (-52%), miel (-42%), hortalizas (-40%) y foresto industria (-38%).
• En el retroceso de las exportaciones argentinas en el comercio mundial de productos agroindustriales contribuyeron factores varios, entre ellos: a) la fuerte apreciación que muestra el tipo de cambio real en el período (de un 35% en relación al dólar); b) un "modelo de desarrollo" que castigó a partir de distintos instrumentos la exportación de materias primas agrícolas y de determinados alimentos; c) la inacción política (consecuente) en materia de facilitación e integración comercial en un contexto activo de acuerdos por parte de competidores; d) elevados costos de transporte y logísticos, no sólo por la apreciación cambiaria, sino también por problemas específicos asociados a estos mercados; e) la presencia de países muy competitivos en distintos mercados de commodities y alimentos (Brasil en soja; China en miel, foresto y maní; Nueza Zelanda en lácteos y miel; India en carne bovina; etc.).
• Se estima que con sólo haber acompañado el crecimiento del mercado mundial, las exportaciones agroindustriales serían actualmente entre un 12,1% y un 33,0% superiores a las que efectivamente se observan (según el supuesto que se considere y dado el comercio mundial 2015/2016). Es decir que por la pérdida de participación en los mercados agroindustriales, la Argentina está resignando un flujo anual de divisas de entre u$s4.148 millones y u$s11.259 millones.
El dato es significativo, y mucho más si se considera que en varios casos estas actividades son casi excluyentes en cada una de sus zonas, y también como fuente de mano de obra ocupada. Lo que indica que duplicar, o triplicar, los montos exportados como se consigna en el informe de ayer, representaría también un incremento importante de fuentes de trabajo y una significativa reactivación económica "genuina" a lo largo del país.
Sin embargo, a pesar de las expectativas iniciales hace dos años, cuando cambió el Gobierno, el salto productivo sigue sin producirse y, en el caso de las "regionales", afectadas adicionalmente por la mayor incidencia de la mano de obra y de los largos fletes que sólo tendrían una rebaja sustancial cuando se recompongan las vías férreas, sistema de transporte de cargas mucho más barato que el camionero (incluidos los bi-trenes).
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