20 de febrero 2018 - 22:39

¿Reunión inoportuna o provocación?

• EL PRESIDENTE MAURICIO MACRI SE JUNTÓ CON EL DIRECTOR TÉCNICO DE BOCA, GUILLERMO BARROS SCHELOTTO, EN LA CASA ROSADA
Un día después de que los hinchas de River insultaran con cánticos al primer mandatario en el estadio Monumental se produjo el almuerzo.

Amigos. Mauricio Macri y Guillermo Barros Schelotto siempre se llevaron bien, desde la época que uno era presidente de Boca y el otro, jugador.
Amigos. Mauricio Macri y Guillermo Barros Schelotto siempre se llevaron bien, desde la época que uno era presidente de Boca y el otro, jugador.
Mauricio Macri almorzó en la Casa Rosada con el director técnico de Boca, Guillermo Barros Schelotto, y tuvieron una charla privada, en la que seguramente el fútbol y el momento de Boca, puntero en la Superliga, fueron los temas centrales de la conversación.

Esta reunión hubiera sido normal porque se conocen mucho, de la época en que uno era presidente de Boca y el otro, jugador, y hasta tienen coincidencias políticas, tantas que Carolina Barros Schelotto, la hermana de Guillermo, es legisladora de la provincia de Buenos Aires por Cambiemos.

Pero lo llamativo, que hasta puede interpretarse como una provocación, es el momento elegido, en que tanto los simpatizantes de River como sus dirigentes ,y también los de San Lorenzo, sospechan de un favoritismo hacia Boca, que se traduce en estadios enteros insultando con cánticos al presidente de la Nación, como este domingo en River y la semana pasada en San Lorenzo.

Los argumentos que dan los que dicen que "está todo arreglado para que Boca sea campeón" sostienen que no sólo está la influencia de Macri, sino también la del presidente de la AFA, Claudio "Chiqui" Tapia, confeso hincha de Boca, y la de su vicepresidente, Daniel Angelici, que es el mandamás del club xeneize. Otros le agregan al titular del Colegio de árbitros, Horacio Elizondo, también simpatizante del equipo de la Ribera.

Lo cierto es que el domingo el árbitro Jorge Baliño cometió tres errores claves que perjudicaron a River y en cada error se escuchó el canto contra el presidente de la Nación y no contra el árbitro. Tan tenso fue el momento que el Ministro del Interior, Rogelio Frigerio, enfundado en su camiseta de River, prefirió retirarse de la platea molesto por la situación.

El propio Elizondo declaró con sorna: "No me junto en la quinta de Olivos con Macri para designar a los árbitros", cansado de que lo relacionen con Boca y con el presidente de la Nación.

Algunos, incluso, piensan que la reunión de Macri con Barros Schelotto fue una "cortina de humo" para que la gente hable de los árbitros de fútbol y no de la cuenta offshore del renunciado subsecretario de la Presidencia,Valentín Díaz Gilligan, o de las empresas del Ministro de Finanzas, Luis Caputo, en el marco de una estrategia de prensa armada por Durán Barba para que se hable de las "ventajas" a favor de Boca y no de economía o de política.

Aunque el fútbol es la cosa más importante de las menos importantes y puede manejar el humor social hasta convertirse en una bola de nieve. Macri no viajó a Montevideo a la reunión tripartita por el Mundial 2030, a la que mandó al secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis, y en cambio, se reunió con Barros Schelotto para hablar de Boca, en momentos en que el sentido común le diría que "no haga olas".

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