7 de marzo 2018 - 19:45

Preocupación en la industria del tomate por sideral aumento de la importación

Entre  2014 y 2015, la cantidad de kilos pasó de 136.639 a 335.667, mientras que en 2016 ascendió a 3.593.869 y 2017 cerró en 10.302.124.Entre  2014 y 2015, la cantidad de kilos de tomate entero pelado pasó de 136.639 a 335.667, mientras que en 2016 ascendió a 3.593.869 y 2017 cerró en 10.302.124.
Entre 2014 y 2015, la cantidad de kilos pasó de 136.639 a 335.667, mientras que en 2016 ascendió a 3.593.869 y 2017 cerró en 10.302.124. Entre 2014 y 2015, la cantidad de kilos de tomate entero pelado pasó de 136.639 a 335.667, mientras que en 2016 ascendió a 3.593.869 y 2017 cerró en 10.302.124.
El aumento sideral en las importaciones que afectan a las economías regionales se ha vuelto un punto importante de conflicto entre industriales y el Gobierno. La elevada preocupación de los productores y las cámaras sectoriales tiene en vilo a cientos de trabajadores y uno de los puntales del reclamo es encabezado por quienes están nucleados en el sector del tomate, donde el aumento del ingreso al país de productos industrializados enciende alarmas.

Desde la Asociación Tomate 2000 señalaron que existe "alta preocupación por el exponencial aumento de las importaciones" de productos industrializados de tomate entero pelado, una especialidad de la región cuyana. Se trata de uno de los subproductos que más eslabones posee en la cadena de elaboración y comercialización entre mano de obra, productores, industrias y proveedores de bienes y servicios.



Un informe difundido por la organización, en base a datos de la Aduana, señala que la importación de tomate trozado o cubeteado en los últimos cuatro años se mantuvo con mínimas variaciones: en 2014 ingresaron al país 2.735.824,17 de kilos netos, en 2015 fueron 1.795.191,54; en 2016 se ubicó en torno a los 2.508.157,01 con una nueva caída el año pasado a 1.816.766,76.



Sin embargo, la preocupación radica en la evolución durante igual período en lo referido a tomate entero pelado. Entre 2014 y 2015, la cantidad de kilos pasó de 136.639 a 335.667. Al año siguiente el aumento fue exponencial alcanzando los 3.593.869 mientras que para en 2017 ingresaron 10.302.124.

Esto significó una pérdida para los productores locales ya que sus productos fueron reemplazados por las importaciones, que a la luz de los datos la Asociación consideró como "una tendencia que enciende la luz de alarma".

También la importación golpea a lo referido a la pasta de tomate. Entre 2014 y 2015, la cantidad de kilos pasó de 24.329.634,42 a 23.751.712,06 con una variación anual de -2%. Sin embargo, desde 2015 a 2016 el aumento fue del 87% hasta alcanzar los 44.411.060,73 kg, con una leve caída el año pasado a 32.140.328,10.

Esta semana, una reunión con industriales de todo el país fue invadida por las quejas debido a la importación que afecta al sector. Luego de las críticas, el Gobierno a través del ministro de Producción Francisco Cabrera cuestionó los reclamos corriendo el foco y apuntando a que el problema radica en el bajo nivel de exportación en lugar del incremento sideral de las importaciones.

Miguel Acevedo, titular de la UIA, en declaraciones a radio Millenium señaló que "el sector está tratando de sobrevivir" y agregó que los cuestionamientos de parte de los industriales no fueron "una crítica destructiva" sino una "advertencia de lo que pasa".

Desde la Asociación Tomate 2000, sostuvieron que una de las medidas que podría paliar los problemas del sector estaría vinculada a "mejorar los niveles de reintegro" para mejorar la exportación.



Por otro lado, pidieron al Gobierno reubicar el precio del tomate entero pelado importado en el "valor de referencia prometido de u$s 0,78 el kilo a las importaciones" de dicho productos con el fin de "cuidar el sector de las importaciones que ingresan al país, con precios más bajos,
aprovechando muchas veces los subsidios que reciben en sus países de origen".


Asimismo, remarcaron que es necesario mejorar el financiamiento al sector, lo cual contribuiría a poder expandir la capacidad instalada, que actualmente se encuentra en parte "ociosa" con "inversiones paradas porque no se encuentran las condiciones para retornar a la vía del crecimiento", concluyeron.

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