11 de marzo 2018 - 09:08

Cabrera, antes de recibir a la UIA: "Le vamos a pedir nos enfoquemos en trabajar en el presente y a futuro"

Francisco Cabrera, ministro de Producción.
Francisco Cabrera, ministro de Producción.
Tras los cruces mediáticos que despertaron cierta tensión, el Gobierno en una muestra de poder, recibirá este mediodía a la cúpula de la Unión Industrial Argentina (UIA). El presidente y los vicepresidentes de la UIA, Miguel Acevedo, Daniel Funes de Rioja y Luis Betnaza se reunirán por el jefe de Gabinete, Marcos Peña y el ministro de la Producción, Francisco Cabrera.

El objetivo de la reunión es encauzar un vínculo que a juicio de los empresarios, nunca estuvo roto, según confiesan. Desde la UIA se ocupan de aclarar que la intención no es hablar de temas sectoriales en esta oportunidad (nada de tomates y otras situaciones puntuales). Por eso, sus expectativas respecto al encuentro no son muy altas, "es una reunión protocolar", admite un alto directivo en off (no vaya a ser que alguien del Gobierno se moleste antes del convite).

Desde la sede fabril afirman que "no creemos que el gobierno y nosotros tengamos una idea diferente de lo que queremos para la Argentina" y afirman - desautorizando a industriales que consideran devenidos a voceros - que "la UIA actual no busca subirse al ring y hablar por la prensa"

En tanto, Francisco "Pancho" Cabrera precisó en diálogo con ámbito.com el mensaje que el Gobierno trasmitirá a los empresarios:"Lo que le vamos a pedir a la UIA es que nos enfoquemos en trabajar cada uno en el presente y para el futuro". La responsabilidad del gobierno, según Cabrera, "será la de ocuparnos cómo venimos haciéndolo de tomar medidas y generar el marco para que las empresas sean más competitivas".

Asimismo volvió a instar a los empresarios a "ser más competitivos y a generar más trabajo de calidad" y les recordó que "las medidas que venimos tomando tienen ese objetivo".

Más allá de los escarceos verbales, lo cierto es que difícilmente los industriales y el gobierno se pongan de acuerdo en un tema: el nivel del tipo de cambio. Si bien en las últimas semanas la divisa norteamericana superó los 20 pesos, más de un economista reconoce que la Argentina aún está cara en dólares.

Este tema, del cual casi no se habla en voz alta, es lo que esconde la pelea del tomate que encaró como punta de lanza Arcor, pero que también afecta a otras economías regionales.

Otro punto que pesa a la hora de bajar costos en las empresas son los impuestos. En esta materia, el gobierno sacará pecho y argumentará que "bajó la presión impositiva y que también contribuyó a la baja de costos simplificando miles de trámites".Desde el sector empresario reconocen estos esfuerzos y concentran más sus quejas en ingresos brutos.

En el gobierno, y en particular el propio Mauricio Macri, se sienten un poco decepcionados por el hecho que los empresarios (de donde proviene el presidente y buena parte de su equipo) no los están acompañando en "la patriada" de sacar a la Argentina adelante.

Resulta paradójico que el gobierno de Macri se sienta poco acompañado por los empresarios y que al mismo tiempo distintos sectores lo acusen de trabajar para los "ricos". En tanto, alguno de los empresarios más poderosos tienen la sensación de que Cambiemos busca hacerlos responsables de algunos de los "males" que aquejan al país.

Según algunos industriales hay una "lluvia de importaciones". Sin embargo, el economista Dante Sica, director de ABCEB niega esta afirmación y considera que no hay "una importación masiva que esté afectando los niveles de producción". Explicó que "lo que lidera el crecimiento de las importaciones son los bienes de capital e insumos intermedios", importaciones que, a juicio de Sica, "muestra el proceso inversor que empieza a arrancar y el dinamismo de la industria".

Otra de las preocupaciones industriales es la pérdida de puestos de trabajo. A nivel oficial responden que "lo que destruye el empleo es el no crecimiento y la falta de inversión. El modelo anterior destruyó capacidades exportadoras, deprimió las importaciones y las exportaciones y dejó al empleo estancado desde 2011", y este argumento será lo que esgriman tanto Cabrera como Peña en la reunión de hoy.

En síntesis, en principio ambas partes mantendrán las formas pero también sus argumentos. Si el clima es agradable y constructivo puede ser que el propio Macri se de una "vueltita" (anticipan en la Casa Rosada) aunque no está previsto que asista.

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