13 de marzo 2018 - 00:00

Ministerio para la represión en China

Pekín - La polémica reforma constitucional aprobada en China incluye, además de la posible perpetuación de Xi Jinping como presidente, la creación de un nuevo "superministerio" anticorrupción que puede aumentar los abusos del régimen, denunciaron organizaciones de derechos humanos.

La nueva institución, que algunos observadores interpretan como un cuarto poder alternativo a los tradicionales Legislativo, Ejecutivo y Judicial -aunque en China sería más adecuado hablar de Partido, Gobierno y Ejército- se llamará Comisión Nacional de Supervisión y desde el domingo está incluida en la Constitución china.

En la práctica, esta comisión implicará que las medidas que el Partido Comunista usa contra los sospechosos de corrupción entre sus miembros, que incluyen detenciones de sospechosos incomunicados sin juicio o métodos expeditivos como la tortura, se extenderán a todos los empleados públicos, incluyendo médicos o maestros.

Si hasta ahora los 90 millones de miembros del Partido Comunista vivían bajo el temor a ser sancionados por la Comisión de Disciplina de la formación, que en los cinco años de presidencia de Xi castigó a 1,4 millones de corruptos, la nueva comisión tendrá ese poder sobre 200 millones de empleados.

La comisión y la nueva Ley de Supervisión que lleva aparejada "son un paso de 25 años atrás en el desarrollo del sistema legal", señaló a Efe Nicolas Bequelin, director para Asia Oriental de Amnistía Internacional (AI). "Llega una nueva era en la que la ley abandona todo intento de limitar teóricamente el ejercicio del poder estatal", ya que, según el activista de derechos humanos, la comisión y la ley que la ampara quedarán por encima de cualquier libertad o norma constitucional.

Agencia EFE

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