14 de marzo 2018 - 23:25

Acero: EE.UU. tuvo “recepción positiva”, dice el Gobierno

• EL SECRETARIO DE COMERCIO LOGRÓ ABRIR UNA NEGOCIACIÓN
Miguel Braun estuvo 20 minutos con su par norteamericano, Wilbur Ross. Reiteró que la Argentina no amenaza a la industria de ese país.

NEGOCIACIóN. Braun confía en lograr  un avance en el plano comercial. Pero se anticipa que a cambio la Argentina debería mostrarse como colaborador de Estados Unidos en orden a la seguridad de ambos países.
NEGOCIACIóN. Braun confía en lograr un avance en el plano comercial. Pero se anticipa que a cambio la Argentina debería mostrarse como colaborador de Estados Unidos en orden a la seguridad de ambos países.
Sobre el final de su visita, el secretario de Comercio, Miguel Braun, logró su cometido de que al menos un funcionario del Gobierno de Donald Trump lo atendiera por 20 minutos para explicarle que las exportaciones de acero y aluminio de la Argentina hacia Estados Unidos no constituyen un peligro para la industria y la seguridad de la primera potencia mundial y que por ello no deberían comenzar a pagar aranceles del 25% y el 10%, respectivamente. Braun se entrevistó con el secretario de Comercio norteamericano, Wilbur Ross. También estuvieron el asesor para Asuntos Económicos Internacionales, Everett Eissenstat, y el vicerepresentante Comercial de los Estados Unidos (USTR), Curtis Mahoney. "Tuvimos una recepción positiva", dijo al salir del encuentro. Allí concurrió con el subsecretario de Comercio Exterior, Shunko Rojas, y el embajador Fernando Oris de Roa. "Pudieron escuchar nuestros argumentos y ver la buena fe con la que estamos presentando nuestro caso", agregó el secretario argentino, quien consideró que pudo "dejar establecido un canal de diálogo para tener la máxima posibilidad de resolución positiva de este tema".

Si bien pudo abrir una puerta para dejar expresado su reclamo, retornará a Buenos Aires sin haber conseguido la excepción esperada. Tal como lo había anticipado en el día anterior en una charla en la embajada argentina, Braun esperaba tan sólo comenzar una conversación para entender cómo se van a aplicar los aranceles y ver también de qué modo puede argumentar de manera efectiva una excepción. Supone que ello implicará un trámite especial.

Sugestivamente, el embajador Oris de Roa dejó entrever por dónde podría pasar una discusión sobre el tema. Dijo que la aceptación del reclamo "dependerá de que podamos probar que hacemos un serio esfuerzo para preservar la seguridad de ambos países, que estamos coordinando esa relación a nivel de seguridad", en virtud de que el argumento principal de Trump para arancelar el acero es preservar el insumo para la industria militar.

Funcionarios del Gobierno dejaron trascender cierto fastidio con la administración republicana por su línea errática respecto de la Argentina, aunque en este caso específico se trata de algo que afectará a todos los exportadores hacia ese mercado, menos a México y Canadá, quienes forman parte del Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA por sus siglas en inglés) y que por ello seguirán gozando de ingreso libre.

Datos de la consultora Abeceb, que dirige el economista Dante Sica, indican que en 2017, Estados Unidos compró productos argentinos por un total u$s4.429 millones, lo que representa una participación del 7,6% sobre la exportación global de nuestro país. "En ese mismo año u$s493 millones en aluminio, el 11,1% y u$s219 millones en siderurgia, el 5% del total", estimó la consultora.

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