5 de abril 2018 - 15:51

Economistas: "Estamos pagando los errores de la conferencia del 28-D"

Los especialistas advierten que no será fácil para el Gobierno recurrir al mercado doméstico para financiar el déficit fiscal.

Errores de diagnóstico. El panel de economistas que evaluó la política monetaria fue crítico de la puesta en escena que el Gobierno hizo el Día de los Inocentes (28 de diciembre pasado) y coincidió en el error de diagnóstico cuando se lanzaron las metas de inflación originales.
Errores de diagnóstico. El panel de economistas que evaluó la política monetaria fue crítico de la puesta en escena que el Gobierno hizo el Día de los Inocentes (28 de diciembre pasado) y coincidió en el error de diagnóstico cuando se lanzaron las metas de inflación originales.
Si en algo se ponen de acuerdo la mayoría de los economistas es en el desacierto que fue la conferencia de prensa del 28 de diciembre pasado cuando se anunció el cambio de las metas de inflación. Casi a coro ayer, durante el ExpoEFI el panel que debatió la política monetaria afirmó que todavía hoy el país está pagando los errores del 28-D que terminó impactando sobre el ánimo de los inversores extranjeros. Así lo manifestaron ayer Gustavo Cañonero (Grupo SBS), Marcos Buscaglia (Alberdi Partners), Javier Finkman (HSBC) y Diego Giacomini (Economía y Regiones) quienes fustigaron los errores de diagnósticos iniciales con los que el Gobierno comenzó su política económica y sobre todo la monetaria y la estrategia anti-inflacionaria. Al respecto señalaron que esto explica porque la inflación no bajó tan rápido como se planeaba, y con relación al 28-D afirmaron que este desacierto que fue no solo la puesta en escena para el anuncio sino la posterior baja de la tasa de interés no hizo más que inyectar más confusión y una innecesaria dosis de incertidumbre entre los inversores internacionales. Sobre las perspectivas el consenso marcó en líneas generales que la inflación tardará mucho en alcanzar un dígito anual como espera el Gobierno, de mantenerse el modelo económico de gradualismo fiscal financiado con ahorro externo continuará el peso apreciado, y que las tasas de interés tienen más para subir que para bajar. Vale señalar que Giacomini presentó una propuesta para rescatar las Lebac y reducir el déficit cuasifiscal y el pago de intereses, ante la caída de la demanda de dinero. A continuación lo más relevante de cada expositor.

GUSTAVO CAÑONERO

El intento argentino de bajar la inflación a un dígito en este contexto internacional es demasiado agresivo. Siguen las limitaciones y los canales de transmisión no funcionan correctamente. El cambio de las metas era adecuado pero lo que vino después (la baja de las tasas de interés) fue un error. Se perdió un ancla valiosa. Esto lo estamos pagando con el financiamiento en pesos, sobre el que los inversores extranjeros tienen una gran apuesta y ahora cuestionan.

Más de 20 países que intentaron bajar la inflación a un dígito en los últimos años tardaron en promedio más de 7 años, y casi todos tenían superávit fiscal y los que no lo tenían como Tailandia y República Checa ya tenían una inflación de un dígito. O sea, Argentina no empieza de la mejor manera, lo que la pone en una situación complicada.

El error del 28-D obliga al BCRA a ser prudente y moderado y a intervenir para regenerar la confianza.

MARCOS BUSCAGLIA

La política cambiaria de flotación entre bandas (el BCRA interviene cuando hay precios que molestan) pasó a ser administrada después del 28-D con una ampliación de las bandas. Pero a medida que se acerquen las elecciones las bandas se acercarán.

El cambio de metas confundió al mercado. Nadie sabe qué tiene que hacer el BCRA, porque no hay un modelo en Argentina para monitorear como en Chile, Brasil o Perú. También quedó la sensación de la interferencia política sobre el BCRA. El cambio fue costoso, los inversores no entienden qué pasa, qué tipo de gobierno es este.

Existe apetito por activos emergentes por eso el peso seguirá fuerte. A fin de año el dólar estará en $22 si hay financiamiento y si hay menos apetito en $25.

JAVIER FINKMAN

Hubo un error de diagnóstico desde el comienzo como que los precios estaban al dólar "blue", o que las metas inflacionarias bajarían la inercia inflacionaria. No se puede crecer al 3,5%, desinflar rápido y corregir precios relativos. La cuestión es si la población está dispuesta a pagar los costos de bajar rápido la inflación.

El canal de transmisión de la tasa funciona bien. Hoy la política anti-inflacionaria es tasa de interés real positiva, intervención cambiaria (puente hasta la cosecha), coordinación salarial y ¿una apertura importadora?

Existe un cambio de ánimo sobre Argentina, debido al cambio de metas de inflación y la baja posterior de las tasas, la inestabilidad nominal, la sobre oferta de deuda externa, la sequía, la popularidad del Gobierno y la demora en las reformas. Todo ello afectó las expectativas.

No hay margen para que bajen las tasas de interés, es más, tenderán a subir, porque se está agotando el fondeo vía colocación de deuda y de activos, los bancos deberán ir a buscar más depósitos y deberían pagar más por ellos, si quieren seguir con la expansión del crédito.

Está claro que el sendero de la inflación es ambicioso e incompatible con el gradualismo fiscal. Hay que acostumbrarse a la idea de que la inflación va a bajar más despacio en la Argentina por el gradualismo fiscal y la dependencia del ahorro externo.

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