Argentina, el campeón herido que sacó adelante una serie durísima y piensa en el regreso
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El último punto y la alegría de los festejos.
De inmediato, Schwartzman, líder del equipo argentino, salió a la cancha a comerse crudo al lungo tenista de Santiago. Toda esperanza albiceleste estaba depositada en él, el número 1 y entre los tres mejores latinos del año.
"En la Davis hay que ganar, no importa cómo se juega", lanzó tras ganarle a Jarry 6-4 y 6-4. El cuarto punto tuvo más carga mental y emocional que deportiva y necesitó luchar contra sus propios obstáculos.
No es nuevo que al "Peque" le cuesta jugar de local, y más aún la Copa Davis. En frente estaba el 1 visitante, que venía de jugar tres horas super intensas en el dobles. Aunque parezca distinto, no es fácil lidiar con estar situaciones.
El encuentro fue cambiante, áspero, con constancia hacia el revés del visitante y sin moverlo. Le costó al líder argentino. Pero "en la Davis hay que ganar como sea". Con corazón, aliento y mucho amor propio se reflotó a sí mismo cada vez que la tormenta se avecinaba.
Como fue el viernes, tras cada punto de valor ganado gritó a la tribuna o al banco nacional, demostrando su fortaleza y que los malos momentos no le habían hecho daño. Quizás, a partir de ahora empiece una nueva Copa Davis para el "Peque", el gigante que le da esperanzas al equipo argentino
Y para el quinto punto, Orsanic metió una jugada doble. Apostó, clásico en él, pero rompió su típico formato de no cambiar demasiado las fichas. Así, Pella quedó como encargado de cerrar noche en lugar de Kicker, que disputaba su serie inicial.
Fue 6-4 y 7-6 (3) para el campeón mundial. Con el estadio incinerado por los deseos y las pasiones, el zurdo jugó todo lo que tenía. Cometió errores y aciertos por igual, pero no se guardó nada. Tal como dijo siempre, representar al país tiene un gusto especial.
Ahora es tiempo de repechaje para la Argentina, que tendrá la posibilidad de volver a la elite. Para eso, habrá un determinado reparto entre los ocho equipos que perdieron en primera ronda del Grupo Mundial y los ocho que ascienden de las zonas continentales, como la Selección nacional.
Se dividen en dos grupos entre los ocho con mejor ranking y la misma cantidad con peor posición, y se determinarán los cruces por sorteo, sin importar el grupo al que pertenecían. Es decir, Argentina es el segundo del ranking y será el máximo preclasificado.
Entre los mejores, además del elenco albiceleste están Gran Bretaña (4), Australia (6), Suiza (7), Serbia (8), República Checa (14), Canadá (15) y Holanda (16). El rival argentino saldrá de Japón (17), Hungría (19), India (21), Uzbekistán (29), Suecia (30), Austria (34), Bosnia (37) y Colombia (22).
El repechaje para volver al Grupo Mundial será del 14 al 16 de septiembre. El rival se conocerá el próximo martes con el sorteo, y también la localía. Argentina no quiere demorar más y reclamar su lugar. Es un campeón lastimado que ya parece haber sanado.
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