18 de abril 2018 - 11:17

“Argentina va en la dirección correcta, pero es vulnerable”

• EL ECONOMISTA ARGENTINO MAURO ROCA GESTIONA VARIOS FONDOS EMERGENTES A NIVEL GLOBAL
Este reconocido estratega de inversiones extranjeras pondera el proceso de cambio del país. Ha participado de varias colocaciones de deuda soberana argentina y sostiene que seguirá haciéndolo.

Mauro Roca
Mauro Roca
Si bien no puede dar precisiones sobre la cartera que gestiona reconoce que sus fondos mantienen una importante exposición en activos latinoamericanos y particularmente en argentinos. Afirma que seguirá participando de las colocaciones de deuda soberana de Argentina y considera atractivo el tramo de la curva de 5 a 10 años. Mauro Roca, director de la gestora TWC con sede en Los Angeles, EE.UU., señaló a este diario que "el proceso de reformas que se está implementando en la Argentina es muy significativo y va en la dirección correcta" por lo que "cree que si bien pueden haber habido ciertos desatinos en la implementación de algunas medidas como resultado del reducido margen de acción derivado de la inevitable restricción política, las reformas implementadas, y las que se puedan implementar en el futuro cercano, ayudarán finalmente a materializar el potencial del país. "Por esta razón, en la medida que se mantenga el rumbo de la política, seguiremos constructivos con respecto a la dinámica macroeconómica. En definitiva, consideramos que los activos argentinos son particularmente atractivos a los precios actuales", afirmó sin tapujos. Este fue el diálogo que mantuvo con este diario en su última gira por la región.

Periodista: ¿Cómo se ve el desarrollo del cambio argentino desde Wall Street?

Mauro Roca: Se reconoce el proceso de transformación con reformas que han sido importantes. Por supuesto falta mucho y claramente los inversores si bien entienden las restricciones políticas, están más consustanciados con el contexto externo que está cambiando y por ahí la pregunta es sí se podría ir más rápido en algunos frentes o no, pero creo que la preocupación pasa más por el contexto externo que por el doméstico. Ahora bien, lo que pasa es que todavía como la herencia del kirchnerismo es tan grande, la Argentina está en un momento en que el alto déficit fiscal que ahora se ha trasladado a un importante déficit de cuenta corriente hace que sea más vulnerable que otros países a los cambios en el contexto externo. Más que reaccionar no se puede hacer más, pero los inversores ven que el camino es el correcto, por ahí con errores, con idas y venidas, pero se va en una dirección en la que todo el mundo concuerda que es la que tiene que ser.

P: ¿Cuáles son las principales dudas?

M. R: Las dudas pasan por la velocidad y si las reformas que se van implementando son irreversibles. Al fin de cuentas pasa por la sostenibilidad política, que en el corto plazo se ve nuevamente bien por lo que pueda pasar en 2019 y en adelante. Lo que se percibe es que el péndulo del populismo se está moviendo en toda la región hacia el centro. Argentina justamente está mostrando el camino de cómo salir del populismo, pero no es fácil por las restricciones políticas y por la magnitud de los desbalances macroeconómicos que se han dejado. Entonces en ese pasaje, si bien hay claramente una decisión política de ir muy gradualmente, por ahí se ve una descoordinación, y hay cierta impaciencia con respecto a los resultados que se van obteniendo. Por ejemplo, el PBI no crecerá tal vez 3% este año pero será positivo y es consistente con las medidas que se han tomado. Esa ansiedad por tener mejores resultados por ahí lleva a que se cometan errores como fue el cambio de metas de inflación.

P: ¿Cómo fue la lectura afuera del cambio de metas?

M. R: Claramente no gustó, ni afuera ni adentro. Sobre todo por lo que significó cómo se hizo. Se dio por entendido que el cambio de metas era o tenía el objetivo de reducir la tasa de interés cuando la dinámica inflacionaria todavía está muy complicada como los estamos viendo. Pero más que nada afuera se entendió la dinámica de lo que se venía, o sea, que revisan las metas, recortaron tasa para tratar de depreciar el tipo de cambio y eso trae un "pass through" y lo que al fin de cuentas interesa es el tipo de cambio real. Una vez que ajustaron el precio, al final terminan con un tipo de cambio real similar al que tenían, quizás un poquito mejor pero depreciaron el nominal y se movieron los precios y al final no compensa el ruido que generaron. Porque la pregunta que se hicieron los inversores es si Argentina se está desviando un poco del objetivo principal de controlar la inflación a aceptar una inflación más alta a costa de tratar de empujar la actividad, de lo que no hay garantía que ocurra. Debido a que el cambio de reglas y la forma en que se hizo crea tal incertidumbre sobre el proceso de estabilización que lleva a que el crecimiento no se beneficie porque es muy difícil que se beneficie la inversión, que es lo que el país necesita. Por eso se leyó que fue una medida no muy feliz.

P: Todo ello desembocó en el aumento del riesgo-país.

M. R: Claro, justamente por las vulnerabilidades de Argentina dadas por el déficit fiscal que es grande y eso implica que el país deberá seguir emitiendo deuda, y un déficit de cuenta corriente que también ha crecido debido al déficit fiscal que también tiene que financiarse. Todo eso se da en un contexto internacional que está cambiando, con más volatilidad y donde Argentina emitió ya una cantidad considerable de deuda este año. Puede decirse que fue la estrategia correcta pero llevó a cierta saturación.

P: ¿Dónde ven valor y apetito en la curva de deuda soberana?

M. R: Hoy la curva desde el lado del inversor tiene más valor en el tramo de 5 a 10 años versus la más larga por los riesgos externos. La Fed sube la tasa y así los emergentes sufren más cuando sube la tasa a 10 años en EE.UU. que les pega más en la parte más larga que es la más volátil. Como la Argentina es "high beta" (es más volátil, más sensible a los cambios), entonces en un análisis de riesgo-beneficio la parte 5 a 10 años es la más atractiva porque el mayor retorno del tramo más largo no compensa el riesgo que viene del contexto externo. Por ello en el mercado de bonos local preferimos activos con corta duración y protección inflacionaria. En la curva externa preferimos el riesgo/retorno de la parte media curva y preferimos mantener relativamente menos exposición en la parte larga debido a la potencial volatilidad externa (no tanto por factores domésticos, que si justificarían una extensión de la duración a los spreads actuales).

P: La Fed ya comenzó a subir la tasa... ¿ahora que inquieta?

M. R: Lo que se discute es la magnitud de la suba de tasas. El mercado se está moviendo hacia cuatro subas de 25 puntos este año y el juego se está jugando el año que viene donde el mercado está dudando entre dos y tres (probablemente tres) pero más que nada lo que falta descontar es a que tasa nominal llegará la Fed en dos o tres años. Hay espacio aún para que el mercado incorpore a los precios esto y se empine la curva de tasas en EE.UU.. Ese es el riesgo, porque lleva a un ajuste de las tasas reales lo que pegará en los emergentes.

P: ¿Cómo ven los flujos hacia emergentes?

M. R: Creo que este año todavía hay liquidez. Hoy en día se supone que estos movimientos van a ser graduales, y no podemos hablar de "sudden stop", aunque todo es cuestión de precios. Si suben los spreads se encarecerá el financiamiento pero esto no implica que no va a haber financiamiento. Los emergentes ya han corregido desbalances aunque aún queda mucho por hacer pero la situación en general es relativamente sólida. Se logró mucho pero deben seguir los ajustes.

P: ¿Pasar de fronterizo a emergente impactará más en las acciones que en los bonos?

M. R: Si, porque hay fondos especificos de acciones que deberán invertir más en Argentina. La cuestión es cuánto de eso ya está en los precios, creo que una parte ya está.

P: ¿Cómo ve el año político?

M. R: Este es un año muy interesante por los procesos políticos que tenemos en la región. La elección clave va a ser Brasil, donde recién empieza el proceso, pero va a ser clave porque Brasil está en el medio de este proceso de reformas y la elección de un candidato que continúe con las reformas va a ser muy importante para la región porque va a ser muy importante para Brasil. En el caso de México hay más riesgo de un candidato que empiece a desviarse del status quo reformista pero las instituciones son fuertes y el que lidera tiene ahora un discurso más moderado. Las cocas no cambian de la noche a la mañana. El otro proceso es Venezuela que va a marcar lo que va a terminar siendo la tapa del cajón del populismo. Si hay elecciones ganará Maduro, pero más allá de eso es un país en hiperinflación y los argentinos entienden bien que esa dinámica se devora aceleradamente a cualquier gobierno.

Entrevista de Jorge G. Herrera

Dejá tu comentario