23 de abril 2018 - 00:00

Olga Autunno inscribe su obra en la preocupación ecológica

En la exposición, que tiene lugar en espacio de artes plásticas del Banco Ciudad, se ven las ramas que pujan por salir de su encierro y se expanden, quizás porque “conserva su memoria y la magia persiste”. Se trata de 46 obras entre técnicas mixtas, grabados y ensambles en metal.

Olga Autunno inscribe su obra en la preocupación ecológica
Con más de 18 distinciones, entre otras el Premio Trabucco en Grabado de la Academia Nacional de Bellas Artes (2006), el Primer Premio Monocopia del Salón Manuel Belgrano (2012) y el Segundo del Salón Nacional (2015), Olga Autunno ha profundizado esta técnica con la que realizó importantes muestras en el ámbito nacional e internacional. Dadas sus investigaciones en sus diferentes derivados y su riguroso quehacer podría calificársela como inconformista ya que, a través de sus exposiciones, ha brindado diferentes abordajes que no sólo se limitan a lo técnico.

Su preocupación por la ecología quedó demostrada tras el siniestro forestal ocurrido en nuestro país, en el valle del Lago Cholila, donde ardieron 41.000 hectáreas. Allí realizó instalaciones de "sanación", pintó cruces, dejó ofrendas florales, instaló sueros en los árboles, cubrió con gasas verdes árboles calcinados, etc. Hizo un registro fotográfico y de video que exhibió con el título "El Bosque Encendido" en el Museo Sívori considerando que este lenguaje, más directo, permite tomar conciencia de los estragos causados por el hombre. Añadió así su nombre a los artistas argentinos que desde hace tiempo desarrollan la relación artenaturaleza y han abordado este tema como preocupación artística y conceptual, entre ellos García Uriburu, Charlie Nijensohn, Teresa Pereda, Andrea Juan, Claudia Aranovich, Matilde Marín y Beatriz Moreiro.

En su actual muestra en las Salas del Banco Ciudad, "Caja de Cristal", Autunno utiliza el método de la algafría, procedimiento de grabado mediante una plancha de aluminio.Es un mensaje de esperanza después de tanta devastación y demuestra "cómo la naturaleza persiste en su misterio, invulnerable, siempre resurge, soberana". Se ven las ramas que pujan por salir de su encierro, se expanden, quizás porque "conserva su memoria y la magia persiste". Cuarenta y seis obras entre técnicas mixtas, grabados, ensambles en metal, libros de artista, pequeñas esculturas que replican las ramas que intentan volver a crecer. Así Autunno invita a confiar en la perpetua belleza de la naturaleza y deja su huella, aunque una sola persona se detenga por un instante ante las obras, en un entorno ajeno a estas preocupaciones como es la sede de un banco del centro porteño. Sarmiento 611 P.B. de Lunes a viernes de 10 a 20. Clausura el 30 de abril).

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