24 de abril 2018 - 21:58

A rodar

A rodar
• Las noticias, muchas veces, tardan en confirmarse pero el tiempo es inapelable. Avanza sin piedad y nada puede resistirse. Mañana Volkswagen anunciará oficialmente una inversión en la planta de Córdoba para la producción de cajas de cambio. Esta información fue adelantada por Ámbito Financiero en octubre del año pasado. Fue durante la confirmación de otro desembolso: los u$s650 millones para el proyecto Tarek, un SUV que -como la definen en la empresa- será una Tiguan "más económica". El anuncio de mañana es de u$s150 millones pero sumará unos millones más por adecuación de algunas áreas de la fábrica para el funcionamiento del nuevo proyecto. Estarán presentes el CEO regional, Pablo Di Si, y el presidente de la filial argentina, Hernán Vázquez. Sin duda, es una buena noticia. Seguramente mañana estos importantes ejecutivos centrarán el anuncio en esta inversión pero, en las automotrices, siempre están pensando en la próxima jugada. Lo que se dará a conocer en horas es la producción de un nuevo modelo de transmisiones manuales, como la que ya se produce en ese establecimiento. Sin embargo, esto no es todo. La automotriz alemana ya está negociando otra inversión para esa planta para la fabricación de cajas de cambio automáticas. Por eso, además de lo que se confirme mañana, ya hay que ir pensando en el próximo anuncio. Un dato de yapa. Hasta donde pudo saber este diario, el futuro proyecto se llevará adelante en conjunto con otra terminal. Será un modelo global, con una escala de producción muy importante, para la exportación. Hay que recordar que Fiat tiene pendiente un anuncio de inversión en esa provincia. Lo adelantó el propio presidente Mauricio Macri cuando se presentó el modelo Cronos. La marca italiana ya tiene una planta de producción de motores pero, en esta oportunidad, serían también transmisiones. Habrá que esperar.

• La semana pasada se reunieron funcionarios de Argentina y Brasil para analizar la marcha del sector automotor. Dos temas concentraron la atención. El primero, la evolución del intercambio comercial que se mide por el Flex. Tanto las empresas locales como las del país vecino (y también su Gobierno) están impulsando flexibilizar ese coeficiente ya que hay un fuerte desequilibrio. Hay plazo hasta el 2020 para cumplir con la meta prevista (Por cada dólar que se exporta, importar sin arancel u$s1,5) El promedio está en 2 y, se está haciendo difícil, cumplir con ese objetivo en dos años. La reunión fue en Buenos Aires pero dentro de un mes habrá otra en Brasil. Hay bastante consenso para buscar una salida elegante y evitar que las terminales argentinas sean sancionadas. En el gobierno local se entiende que, desde el acuerdo firmado en 2016 hasta hoy, hay atenuantes para tener en cuenta. Uno, que la recuperación de Brasil viene más lenta que lo esperado. Otro, que las automotrices han hecho inversiones muy importantes (dicen que ya superan los u$s6.000 millones) como para insistir con una rigidez normativa que no se justifica. El acuerdo al que se podría llegar dentro de un mes es el de extender por uno o dos años el plazo para compensar ese desequilibrio. Parece razonable. El otro tema que se analizó es el de permitir que se "mude" de Brasil a la Argentina el armado de camiones y, de esa manera, ayudar a equilibrar el Flex. Justamente Volkswagen es la empresa que encabeza ese pedido pero hay consenso en el resto de los miembros de ADEFA. En el Gobierno no lo descartan pero piden un poco más de precisiones para dar el visto bueno. Puede haber buenas noticias en el corto plazo. El optimismo se debe a que se prevé que este sector va a tener un fuerte crecimiento. Obra Pública, petróleo y el campo van a demandar más. Además, por la autorización de unidades bitrenes. De hecho, hay una marca japonesa de camiones con ganas de radicarse. Paciencia.

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