- ámbito
- Edición Impresa
Planteo encendió otro foco de tensión con los gobernadores
• EL PEDIDO PARA REDUCIR O ELIMINAR IMPUESTOS DEBE PASAR POR EL TAMIZ DE LA POLÍTICA
Anticiparon que evaluarán impacto fiscal de las medidas. Todavía es lento el cumplimiento de la rebaja impositiva comprometida en el Consenso Fiscal firmado en noviembre pasado.
Ayer, por caso, uno de los primeros en condicionar por anticipado la posibilidad de bajar impuestos a los servicios fue el gobernador de Corrientes, el radical Gustavo Valdés. La provincia, en tándem con Misiones, Formosa y Chaco, sostiene desde hace tiempo un planteo ante el ministro de Energía por un tratamiento diferencial en materia energética para la región. Piden postergar hasta 2023 la quita de subsidios al precio mayorista de la energía. Corrientes, en particular, reclama el pago en tiempo y forma de regalías de Yacyretá y créditos para regularizar deudas de las distribuidoras provinciales.
"Las tarifas han crecido y eso tiene un impacto fuerte en la provincia. Ya durante el kirchnerismo, al contrario de lo que pasaba en Capital Federal y Gran Buenos Aires, que eran los sectores más subsidiados de la Argentina, en Corrientes las tarifas eran altísimas", dijo y dejó en manos de los funcionarios del área la evaluación del costo fiscal que podría tener una reducción impositiva.
El peronista de Salta, Juan Manuel Urtubey, pidió "sentarse a rediscutir cuál es la relación fiscal entre la Nación y las provincias". "Porque, si las provincias se van a hacer cargo del subsidio de las tarifas, como nos hacemos cargo de la Salud, de la Educación, de la Seguridad, de la Justicia y, aparte de todo eso, el Gobierno nacional se queda con el 75% de los recursos, hay algo que a mí no me cierra", dijo el mandatario.
Otro peronista, el chaqueño Domingo Peppo, fue todavía menos permeable a la argumentación nacional: "No podemos asumir ningún costo con respecto a la tarifa social. Si hoy no estamos pudiendo cumplir con nuestras boletas, hacernos cargo del 50% del costo de la tarifa social implicaría un caos", aseguró en declaraciones radiales.
Desde Santa Fe, el distrito en el que Cambiemos apuesta a hacer pie el próximo año, el gobernador socialista Miguel Lifschitz también salió a ponerle paños fríos al pedido de Aranguren: "Somos muy serios y responsables en la administración santafesina. No podemos dar una respuesta sin tener claridad sobre el tema", respondieron desde la Casa Gris ante una consulta de este diario. Antes, el propio Lifschitz había dicho que el Gobierno nacional tiene que "revisar las políticas en materia de tarifaria". "Queremos conversar estrategias comunes, pero hacen oídos sordos a nuestros reclamos", lanzó.
Si bien la "coparticipación" de la tarifa social podría llegar por decreto, la reducción impositiva deberá someterse a debate en cada una de las Legislaturas. Y los tiempos de la política, a veces, suelen ir a contramano del termómetro.
Dejá tu comentario