30 de abril 2018 - 22:33

Mercados: cautela en Europa por el 3-M

Bruselas reza porque los antieuropeístas no lideren el Gobierno italiano. Pero los inversores descuentan que la salida política pasa por el populismo.

Luigi Di Maio y Roberto Fico
Luigi Di Maio y Roberto Fico
Los mercados internacionales enfrentan un nuevo desafío el próximo jueves (3-M) cuando venza el plazo para que Italia logre un acuerdo de gobernabilidad. En realidad toda Europa reza porque aquellos que juramentaron jamás unirse, alcancen finalmente un acuerdo esta semana. Los inversores especulan con que el Movimiento 5 Estrellas (M5S, que obtuvo cerca del 33% de los votos) y el Partido Democrático (PD, consiguió casi 19% de los votos) podrían,por conveniencia, acordar la formación de un gobierno este jueves, ya que de lo contrario solo quedará la alternativa de volver a pasar por las urnas.

Cabe señalar que las conversaciones entre el partido de ultraderecha Liga Norte (que obtuvo cerca del 18% de los votos) y el partido dirigido por Luigi Di Maio (M5S) no avanzaron por sus diferencias sobre el rol que el expremier y líder de Forza Italia, Silvio Berlusconi, debía tomar en esta nueva coalición, ante la que los mercados temblaban. Los populistas de M5S se oponían a toda costa al ingreso de Forza Italia en la gran alianza. Sin embargo, la Liga Norte respetaba su fidelidad al partido que obtuvo el 14% de los sufragios. Una grieta casi insalvable para el acuerdo. Del otro lado, una coalición entre socialistas y el partido fundado por Beppe Grillo (5MS) podría reunir más del 51% de los votos. Sin embargo, la semana pasada, el presidente Sergio Mattarella otorgó el poder de bucear en este acuerdo al vocero de M5S en la Cámara baja, Roberto Fico. En tal sentido, para los analistas la renuncia del antiguo líder del PD, Matteo Renzi, fue un guiño en esta dirección, eliminando así al gran enemigo de Di Maio.

Claro que este no era el plan original de Bruselas, que soñaba con una alianza entre el PD y Forza Italia. Pero sus fracasos electorales negaron esta opción, al no alcanzar el mínimo necesario de 40% de los votos para gobernar. De modo que desde se día cualquier coalición ganadora pasaba necesariamente por pactar con los populistas. Vale recordar que las políticas y medidas que ambos partidos presentaron durante la campaña convergen en varios puntos y quedaron evidenciadas el lunes pasado en un documento publicado por M5S. Allí se destacaron lo puntos de encuentro con el líder de los socialistas, Maurizio Martina. Por ejemplo, el apoyo a medidas que prevengan la desigualdad y la pobreza, que luchen contra el desempleo juvenil e incentiven la contratación indefinida, y estrechen las medidas fiscales con Europa. A pesar de ello, el problema reside en el seno del partido socialista, fracturando el interior del PD. Dado que mientras los más extremistas apoyan el pacto con Di Maio, otros no se olvidan del legado de Renzi y se oponen. El pandemonium es tal que el actual viceministro de Desarrollo Económico, Carlo Calenda, aseguró que romperá el carnet de su partido si la alianza se oficializa.

Entonces, la cuestión pasa por cuánto desea el PD evitar unas nuevas elecciones. La prensa italiana sigue especulando con el poder que aún ostenta Renzi: contaría con el apoyo de 125 de los 209 miembros de su expartido, 70 de los 111 escaños que poseen los socialistas en el Congreso y 30 de los 52 senadores del PD en la Cámara alta. Pero este último escenario es el que presenta las mayores complicaciones porque ambos partidos alcanzan la mayoría sumando sus fuerzas. Los analistas consideran que las cartas ya están sobre la mesa y el próximo viernes se sabrá si hay un caballo ganador. De lo contrario los mercados sufrirán la incertidumbre.

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