25 de mayo 2018 - 00:00

“Argentina recurrió en un buen momento al FMI”

“Argentina recurrió en un buen momento al FMI”
"Los países suelen recurrir al FMI cuando es demasiado tarde, ya que han perdido el acceso al crédito y tienen necesidades de financiamiento. Pero Argentina lo ha hecho en forma temprana para mantener el acceso y evitar un colapso en la confianza". Así lo estimó Reza Moghadam, vicepresidente del Morgan Stanley para las instituciones soberanas y oficiales, en relación con las negociaciones que está llevando a cabo la Argentina para pedir un préstamo al Fondo. En un informe del banco de inversión, Moghadam, quien ha trabajado durante más de 20 años en el FMI, destacó que esta medida "no elimina la volatilidad, pero permite enfrentar a los próximos desafíos con mayor facilidad".

El Gobierno decidió iniciar conversaciones con el organismo internacional de crédito después de varios años para solicitar por lo menos u$s30.000 millones debido al empeoramiento de las condiciones financieras externas, con un dólar que se está fortaleciendo a nivel global, con tasas de interés en alza y en un marco donde el país busca financiar el gradualismo para corregir el rojo fiscal. El economista británico consideró que "hay que corregir una década entera de mala administración, pero el proceso de reformas ha estado desarrollándose por más de un año". Pero enfatizó en que el FMI respaldará el programa de reformas del Gobierno porque éstas "siempre son sensibles en Argentina, incluso con las distorsiones que prevalecen hoy en día; eliminarlas requiere un trabajo cuidadoso para evitar los conflictos sociales".

Por otra parte, Moghadam se mostró optimista respecto a la situación de Argentina debido a que actualmente mantiene un tipo de cambio flotante, lo que brinda una "válvula de seguridad" y permite que la deuda sea "mucho más manejable, para que el esfuerzo fiscal necesario para iniciar un proceso de desendeudamiento luego sea razonable". Todo esto en un contexto en el cual el país se ha embarcado en un sendero de crecimiento, pese a las complicaciones que han agregado la sequía y la aceleración de la inflación, producto de la fuerte suba del tipo de cambio en los últimos meses (en el año, el dólar avanzó un 32,8%), lo que ha llevado a diversos analistas a disminuir sus proyecciones de crecimiento a niveles por debajo del 2%.

De todas formas, el economista destacó las reformas fiscal y financiera que ha desarrollado el Gobierno, pero consideró necesario avanzar sobre la laboral, que "tiende a ser un tema más sensible, pero hay cuestiones sobre impuestos al trabajo que deberán ser analizados". Señaló que el financiamiento del FMI le permitiría a Argentina acceder a "tasas de interés mucho más bajas que las del mercado y, como las necesidades del país son elevadas, tendría sentido para el país tomar prestado para recomponer sus reservas. Y enfatizó en que "tener arreglos precautorios es políticamente atractivo y puede ser visto como una señal de fortaleza".

Uno de los puntos clave es que el Fondo Monetario le permitirá al país continuar por el sendero de gradualismo para alcanzar el equilibrio fiscal en este proceso de transición. Si bien algunos analistas estiman que el organismo pedirá que Argentina acelere el proceso para alcanzar la meta, no deberá alejarse demasiado del camino que estuvo recorriendo en los últimos dos años. Aún faltan ciertas reformas para estar en línea con los objetivos, pero por lo menos desde el exterior todavía interesa la historia argentina.

Dejá tu comentario