5 de junio 2018 - 22:24

A rodar

A rodar
• Llega el segundo semestre. Pero no aquel que dos años atrás venía precedido de promesas de buenos tiempos, de esperanza. El que se avecina es muy distinto. Duro, e inesperado. Después de un período de fuerte crecimiento en el mercado interno, el sector automotor se apresta a transitar un camino menos agradable que el conocido desde la llegada del actuar Gobierno. Los datos de patentamientos de 0 km de mayo ya mostraron el cambio de escenario. Se creció respecto al año pasado pero en apenas un dígito, no al ritmo de dos cifras como venía sucediendo. Tampoco en mayo se consiguió cerrar por arriba del registró histórico para ese mes, como vino sucediendo mes a mes en el primer cuatrimestre. En el quinto mes del 2013 se vendieron 92.000 vehículos, unos 10.000 más que el mes pasado. Hay atenuantes. Por un lado, el crecimiento interanual es lógico que disminuya porque se está comparando con un período del 2017 que estaba llegando a un pico de actividad. Respecto al 2013, no es la mejor referencia ya que en ese año las ventas de 0 km estaban "subsidiadas" por la brecha entre el dólar oficial y el "blue" que alentaba las operaciones. Había mucha inestabilidad cambiaria por lo que ese margen, entre las dos cotizaciones, crecía o disminuía de forma importante de una semana a otra. Entonces, cuando más conveniente era para el consumidor, se producía un pico de demanda artificial. Sin embargo, más allá de estas aclaraciones, si se pone en contexto el momento actual, está claro que las perspectivas para lo que queda del 2018 no son tan optimistas como las que había a comienzos de año. El motivo está claro: la suba del dólar.

• Desde que el tipo de cambio salió de su letanía, el mercado de los autos está convulsionado. Basta recordar que en mayo, algunas marcas, tuvieron tres listas de precios distintas, según subía la cotización, con un incremento total de 9%. Junio empezó más ordenado pero también con fuertes aumentos, como adelantó Ámbito Financiero. La expectativa por lo que iba a pasar este mes quedó reflejada el miércoles y jueves pasado, cuando algunas marcas o concesionarias suspendieron las ventas de 0 km a la espera de los precios de junio. Es una forma de cubrirse de los vendedores para poder reponer la misma cantidad de vehículos sin tanta pérdida. No era una mala idea, teniendo en cuenta los ajustes de precios que llegaron de un día para el otro. Ford, por ejemplo, subió hasta 10% los precios. Es cierto que en mayo había hecho dos aumentos y no tres como otros casos. Toyota subió 7% pero con la misma salvedad. El mes pasado ajustó una sola vez los valores. Volkswagen, General Motors y Renault subieron por arriba del 5%.

• Con estos niveles de aumentos y con salarios que todavía están discutiendo ajustes en paritarias (los que ya cerraron acuerdo piden abrirlos para acomodarlos a la inflación real y no la estimada), en todas las terminales y distribuidores de autos importados están recalculando las estimaciones de mercado hacia la baja. Pablo Di Si, el CEO de Volkswagen para la región, lo puso en palabras: "La Argentina va a seguir creciendo este año contra el año pasado, va a crecer un poco menos de lo esperado pero va a seguir creciendo". Cuando se habla con otros directivos del resto de las marcas, hay coincidencia. Del objetivo de un millón de unidades vendidas para el 2018, se pasó en cuestión de meses a estar apenas por arriba de las 900.000 para fin de año. Los más optimistas piensan que aún se puede llegar a 950.000. Sea como sea, todavía no hay dramatismo como para estimar una caída respecto al año pasado que pasó por un par de miles los 900.000 vehículos.

• En una recorrida ayer por concesionarias, la opinión es que junio ya se siente más difícil. Las ventas que se están haciendo se logran en gran parte por las bonificaciones que se aplican a los 0 km. Estos incentivos nunca se fueron, aunque se siga hablando, por estos días, de "regreso". Los descuentos se mantienen a la orden del día y si se hicieron declaraciones sobre su finalización tuvo que ver con una estrategia de alguna marca. Desde una concesionaria de la automotriz que más fogoneó este tema, fueron concretos: "Nunca levantamos las bonificaciones. No hay que creer todo lo que se dice. Todavía hay mucho stock, tanto en fábricas como en la red, como para dejar de incentivar el consumo. Hay que pensar que tanto la producción como las importaciones se planifican con no menos de cinco meses y, ante un cambio tan brusco de la demanda genuina, lo proyectado no es tan fácil de recortar..

Dejá tu comentario