Vertiginosa disparada del dólar, un desordenado camino al nuevo equilibrio
-
En medio de la recesión crece el comercio online: cuáles son los motivos y qué rubros potencian las ventas
-
Dato clave sorprende a los mercados: la confianza de los consumidores estadounidenses subió en marzo
Ello resulta urgente dado que la crisis cambiaria podría ya no sólo tener contagio sobre los activos financieros, que se encuentran golpeados y han cerrado el acceso a nuevos financiamientos del exterior, sino también sobre la montaña de Lebacs y el sistema financiero.
Aún cuando el ¨mega-paquete¨ del FMI se descontaba que requeriría de un mayor tipo de cambio, a fin de hacer converger el elevado déficit de cuenta corriente, la velocidad de la depreciación está generando serios efectos en la credibilidad y sustentabilidad del plan económico, y es por ello que terminó de minar el acceso al financiamiento voluntario.
Más cuando la asistencia financiera tendrá como contrapartida además fuertes sacrificios fiscales, en busca de reducir otro de los abultados desequilibrios, lo cual está anticipando una economía estancada en su actividad y de una mayor inflación para el segundo semestre.
El escenario financiero resulta complejo dado el nivel de deterioro en la confianza de los inversores que se ha alcanzando, por lo cual la etapa del gradualismo llegó a su fin y ya no queda otra alternativa que avanzar en audaces estrategias que pongan fin a la incertidumbre.
Aún a un tipo de cambio más elevado (más allá del riesgo incluso de un ¨overshooting¨ que luego lleve a que se aprecie la moneda local), en busca de equilibrar rápidamente el abultado exceso de pesos y los déficits, se deben terminar cuanto antes las continuas batallas cambiarias a nivel diario, dado que no hacen más que seguir evaporando la confianza al ritmo que se profundiza una fuerte licuación sobre los tenedores de pesos.
Ello resulta indispensable dado que detrás de esta crisis cambiaria aún están los serios desequilibrios que enfrenta la economía, los cuales conllevarán los mayores desafíos sociales y políticos a administrar que resultan restricciones de cualquier programa económico integral.
Dejá tu comentario