Guerra comercial: UE comenzó a aplicar nuevos aranceles a productos de EEUU
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Para el economista del banco sueco SEB, Robert Bergqvist, la "guerra comercial" ya existe. "Y es una guerra comercial que se intensifica", agregó en declaraciones a la AFP, alertando además del eventual impacto en los mercados de valores y, a continuación, en la economía mundial.
Las medidas "de reequilibrio" de la UE, comunicadas a mediados de marzo a la Organización Mundial del Comercio (OMC), entran así finalmente en vigor y apuntan en algunos casos a los Estados norteamericanos, esencialmente agrícolas, que votaron por Donald Trump en 2016.
Además de algunos productos siderúrgicos como determinados tipos de acero laminado, la UE aumenta sus derechos de aduana para productos agrícolas como maíz o arroz; ropa y calzado; vehículos de motor; e incluso maquillaje, puros, cigarrillos o bebidas alcohólicas.
"Si hemos escogido productos como Harley-Davidson, mantequilla de maní, bourbon es porque existen alternativas en el mercado [europeo]", explicó el jueves el vicepresidente de la Comisión, Jyrki Katainen, para quien estos productos tendrían "un fuerte alcance simbólico".
Los europeos siguen los pasos de los mexicanos, que el 5 de junio impusieron aranceles por un valor de casi 3.000 millones de dólares a productos de acero y aluminio estadounidenses, así como la carne de cerdo, manzanas, quesos, arándanos, uvas y whisky.
La decisión de Washington de imponer aranceles "va contra toda lógica e historia", subrayó el jueves el titular de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, defendiendo que la respuesta de la UE, cuyas medidas son por un valor de 2.800 millones de euros, "debe ser clara pero mesurada".
La UE, que estima que los aranceles de Trump al acero y aluminio europeos le causarían pérdidas por 6.400 millones de euros, también llevó el caso ante la OMC y estudia imponer medidas "de salvaguardia" para proteger su mercado ante las exportaciones siderúrgicas de terceros países.
El conflicto comercial supone un nuevo revés a las tradicionales relaciones transatlánticas, ya deterioradas por la decisión del mandatario de Estados Unidos de salir del Acuerdo de París sobre el clima y del pacto nuclear con Irán, así como por sus críticas en el pasado a la OTAN y sus aliados.
La tensión podría acrecentarse si Trump aumenta los aranceles a las exportaciones de vehículos extranjeros -como alemanes o japoneses-, una amenaza que reiteró durante la pasada cumbre del G7 en Canadá, que terminó con Washington rechazando la declaración conjunta.
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