20 de julio 2018 - 11:58

Cómo es el extraño asteroide de dos cabezas que sigue la NASA



El año pasado, tres de los radiotelescopios más grandes del mundo descubrieron la existencia del asteroide 2017YE5, pero recién hace tres semanas, cuando se acercó a "solo" 6 millones de kilómetros, los científicos descubrieron que estaban ante un objeto extraño y sorprendente: un asteroide formado por dos cuerpos de igual tamaño -900 metros de diámetro- pero con diferente composición.

"Es un tipo raro de asteroide, se estima que solo un 1% de los 'objetos próximos a la Tierra' que tienen más de 200 metros de diámetro se le parecen", afirmó Marina Brozovic, especialista en el manejo de radares del Jet Propulsion Laboratory de la NASA, en diálogo con ámbito.com.

Por empezar, la mayoría tiene un solo núcleo rocoso; apenas 1 de 6 es binario. Pero, además, los asteroides dobles suelen tener un objeto grande y un satélite mucho más pequeño. "Conocemos 63 binarios y este es recién el cuarto con ambos componentes del mismo tamaño, lo que demuestra que no es nada común", agregó.

Las novedades para los científicos no se detuvieron allí, ya que luego comprobaron que no estaban en contacto. "Inicialmente sospechamos que los dos componentes se tocaban, porque es bastante común que tengan 'forma de maní'. Sin embargo, cuando pudimos observarlo desde otra perspectiva, estuvo claro que los dos componentes no se rozan, si no que están en órbita alrededor de un centro de gravedad mutuo", explicó. En ese movimiento perpetuo, cada objeto gira alrededor del otro una vez cada 20 a 24 horas.

Pero el asteroide de dos cabezas escondía otra sorpresa: las imágenes de radar mostraron que los brillos que cada objeto desprendía al reflejar la luz solar tenían notables diferencias con los de su compañero de viaje, un fenómeno sin antecedentes. "Entre las rarezas del YE5, lo que realmente llamó nuestra atención fue este comportamiento, que sugiere que tienen diferentes propiedades de superficie y quizás incluso composiciones químicas distintas, algo muy inusual e interesante", describió la especialista.



• ¿Hay peligro?

De acuerdo a los estudios de la NASA, aproximadamente una vez al año un asteroide del tamaño de un auto golpea nuestra atmósfera y se quema en una bola de fuego antes de llegar a molestarnos. Y cada 2.000 años más o menos, uno tan grande como una cancha de fútbol la atraviesa y causa un daño significativo. Finalmente, solo una vez cada millones de años aparece un objeto lo suficientemente grande como para amenazar la civilización. Los cráteres de impactos en diferentes zonas de la Tierra son la evidencia de estos hechos. Los dinosaurios no pudieron prevenirse, pero la comunidad científica mantiene un estado de alerta permanente ante cualquier potencial amenaza.

En los papeles, con 5,4 kilómetros de diámetro, el asteroide potencialmente más peligroso es Toutatis, descubierto en 1989. Más acá en el tiempo, el último visitante que hizo ruido fue el fragmento rocoso que en 2013 sobrevoló varias provincias rusas antes de caer en la ciudad de Cheliábinsk. ¿El YE5 representa algún riesgo? Brozovic asegura que no.


La órbita del YE5, en una recreación de la NASA

"Estadísticamente, las probabilidades están de nuestro lado: haría falta un asteroide más grande para ponernos en peligro. Hasta la fecha, los relevos de la NASA han encontrado más del 90% de estos objetos y ninguno plantea una amenaza en el futuro inmediato", detalló. Aunque, aclaró, "todavía debemos permanecer atentos y encontrar nuevos objetos que puedan provocar daños a nivel regional o sobre alguna ciudad".

Por el momento, lejos de esas preocupaciones, los especialistas afinan teorías y depuran datos del YE5. Toda la información que pueda aportar será un valioso material para conocer un poco más sobre los fenómenos del espacio y, al mismo tiempo, comprender mejor el pasado, el presente y el futuro de nuestro universo. Por eso Brozovic se entusiasma: "¡Es un objeto tan extraño y hermoso! Es cierto que, por ahora, generó más preguntas que respuestas, pero en definitiva es por eso que hacemos ciencia".

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