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El mendocino que sueña con ser el próximo “unicornio”
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La empresa de software Belatrix surgió en plena crisis de 2001. Hoy espera sumarse a la elite de las compañías argentinas cuyo valor de mercado supera los u$s1.000 millones. Ámbito Biz charló con su CEO y fundador, Luis Robbio.
EL CONTEXTO LOCAL
Para el empresario mendocino, hay dos cuestiones clave para el mayor desarrollo de la industria del software en la Argentina: previsibilidad de la economía y formación de profesionales.
"Es muy complicado planificar con este escenario tan cambiante porque hasta hace un mes y medio la expectativa oficial era que el dólar no estaba sobrevaluado y ahora lo tenemos un 33% más alto. Y si no estaba sobrevaluado hace unos meses, entonces ahora qué pasó. Es muy complicado", opina Robbio. Respecto a este nuevo salto del tipo de cambio, consideró que "corrige el atraso de los últimos dos años, que era importante y que provocó que en lugar de crecer en el país creciéramos en el exterior". "Estamos expectantes a ver si es un veranito, como ya ha pasado en otras oportunidades, porque inmediatamente la inflación alcanza esto y termina siendo neutro, y lo único que genera es un desorden en el que uno no sabe hacia dónde va", afirma. Particularmente sobre su sector, Robbio cuenta que cada vez que se devalúa el peso inmediatamente le preguntan si aumentaron sus exportaciones. "Esto no es una industria que es de un día para el otro, lleva tiempo. Hacer daño se hace daño enseguida pero construir lleva tiempo", responde.
Asimismo, agrega: "Debería haber un foco muy fuerte del Gobierno en la industria. La primera exportación de la Argentina al mundo es el sector agrícola; la segunda, y deficitaria, es la automotriz. En cambio, la del software es superavitaria. Nosotros exportamos y prácticamente no importamos nada. Es una gran oportunidad para el país. Uno no entiende por qué no se le pone más foco por parte del país en esto". Sin embargo, destacó la ley de promoción de la industria del software que, espera, continúe vigente esté quien esté en el Gobierno.
Por otro lado, Robbio remarca su opinión sobre la calidad fomativa de los jóvenes, un factor fundamental para el desarrollo de la industria. Y es que su diagnóstico tiene síntomas visibles. Según CESSI, la Cámara que representa al sector, anualmente quedan sin cubrir 5.000 puestos de trabajo. "En la Argentina viene en franco deterioro la educación y parece que mientras más plata le echamos peor viene. La materia prima nuestra es la gente preparada y la verdad es que tenemos un techo en el crecimiento por falta de disponibilidad de la gente. La falta de recurso humano es un techo que nos pone el país para crecer y es un crimen", analiza.
Y sigue: "El Estado es responsable de la educación, no los empresarios. Lo que hacemos los empresarios es darle sintonía fina a la gente, pero no podemos prepararla desde el secundario para esta carrera. Eso no nos corresponde y si lo quiero hacer, no soy competitivo. Es un gasto que debe afrontar el Estado". Para Robbio "a los chicos les atrae esta materia -el desarrollo de software- pero llegan con un nivel de matemáticas espantoso. Están convencidos de que la programación es matemática y no es así. Entonces llegan a la decisión de la carrera universitaria con un abanico muy chico porque el secundario los deja muy mal".
"Seguimos hablando de los servicios basados en el conocimiento y desde el punto de vista de la educación si no hacemos algo estamos tirando la plata y nos estamos autoengañando. Desde el Ministerio de Producción se lanzó un programa para formar programadores. Creo que hay que seguir dándole curso a eso a ver si logramos preparar gente. Es un crimen porque es gente que cobra por encima del promedio salarial, que no tiene un techo para su crecimiento profesional, que son respetados en el mundo de la informática gracias al trabajo de empresas como Globant o Mercado Libre, de nosotros. Hoy en día el software de la Argentina se respeta en Estados Unidos y el resto del mundo. No crecemos más por falta de gente y eso es un crimen, porque es una oportunidad laboral impresionante; es un sector con desocupación cero y seguimos gastando plata formando profesionales de otras carreras que no tienen trabajo", profundiza el CEO de Belatrix.
Respecto al clima emprendedor en la Argentina, Robbio celebra que "en los últimos años se ha empezado a hablar de un tema que antes ni existía", pero advierte que falta mayor desarrollo para apuntar alto. "No quiero ser negativo. El otro día me preguntaron a qué distancia está la Argentina de convertirnos en Silicon Valley; y le digo que 15.000 kilómetros. Silicon Valley no es hacer un edificio y decir 'bueno acá se hace esto'. Hay que tener previsibilidad, capacitar a la gente y mejorar la educación", concluyó.
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