3 de septiembre 2018 - 22:31

Un SUV innovador adaptado a la región

El modelo llegará ahora importado desde Brasil para reemplazar al europeo. Mantiene diseño rupturista, adopta nuevos motores y numerosas asistencias a la conducción.

Un SUV innovador adaptado a la región
Enviado especial a San Pablo.- A un año de su debut en Argentina, el Citroën C4 Cactus se relanzó con la introducción del modelo producido en Brasil y adaptado para la región. Mantiene el ADN rupturista en términos de diseño y cambia las mecánicas.

La presentación para la prensa se realizó en las afueras de San Pablo. El modelo pateó el tablero a mediados de 2017 cuando arribó desde España. Ahora, la producción en Porto Real no alteran su principal virtud: la innovación que representó desde el la estética y que lo convierten en un modelo insignia para Citroën. Gabriel Cordo Mirando, country manager de Peugeot, Citroën y DS dijo durante la presentación que "C4 Cactus es el primer modelo de la nueva era de la marca", que apunta a una renovación de productos que seguirá hasta 2022 con foco en la innovación y el confort, tanto en términos dinámicos como en el interior. Además, la ambición comercial es grande: esperan que este modelo se convierta en un mediano plazo en el más vendido de la historia de la marca en la Argentina. Estiman unas 10 mil unidades al año y confían que le permitirá a Citroën crecer un punto en el market share. También, el modelo, que por sus líneas es difícil de encasillar en un segmento, será un competidor de peso para el mundo de los SUV del segmento B, la categoría de mayor crecimiento en los últimos años.

El C4 Cactus brasileño se fabrica bajo la misma plataforma que su hermano europeo y por lo tanto mantiene dimensiones y sus principales características. Mide 4,17 m de largo, 1,57 m de alto y 1,71 m de ancho, con 2,60 m de distancia entre ejes que le dan muy buena habitabilidad en las plazas traseras. El baúl es de 320 litros. En términos estéticos, suma barras en el techo y minimiza los airbumps laterales, unas protecciones externas sobre las puertas que eran una de las grandes irrupciones que marcó el modelo. Ahora, más para mantener lazos comunes con el modelo original, los airbumps se ubican reducidos en la parte baja de las puertas, con lo cual el C4 Cactus Mercosur tiene una superficie lateral más limpia que el español (los airbumps nunca cayeron bien a los usuarios de la región, según se registró en focus group de rigor). También, en las versiones Shine, tope de gama, se puede combinar el color del techo con el del resto de la carrocería. Otro cambio: mientras que la ventanilla trasera del español eran tipo ventilete, el modelo brasileño adopta ventanas convencionales. La línea de led unida a la parrilla alargada, llantas diamantadas de 17 pulgadas, las protecciones en los pasarruedas, los faros bajos en la parte frontal, la caída del techo y el logo de Citroën con efecto 3D son algunos de los rasgos que le dan a este modelo una personalidad muy propia.

El interior también apuesta al diseño, aunque ahora es más convencional. Los materiales apuntan al confort, con butacas cómodas y una plancha soft que está dominada por la pantalla de siete pulgadas con navegador propio, cámara de visión trasera e interfaz Android y Apple, desde donde también se maneja el climatizador automático. Los paneles de las puertas tienen relieves como los vistos en el C5 Aircross, el último SUV de Citroën que se conoció recientemente en Europa. El tablero es completamente digital y es similar al que se utiliza en el C4 Lounge made in Argentina.



En términos de motorización desaparece el tres cilindros 1.2 litros de 110 CV. Y afloran dos nafteros 1.6: el VTi de 115 CV en las versiones Feel y Feel Pack (caja manual de cinco marchas o automática seis) y el THP de 165 CV en la versión Shine, sólo con transmisión automática, que fue la versión probada por este medio. En un primer contacto en las afueras de San Pablo, quedó claro que el THP es de los motores más eficientes y de mejor performance del mercado, ya conocido de otros modelos de PSA. Además de buena potencia, gana reacción con torque desde bajas revoluciones. Acelera de 0 a 100 km/h en 8 segundos, valor mejor que el promedio de sus competidores. Incluso, en tramos donde hubo que salir del asfalto, las suspensiones y la dirección eléctrica, adaptadas a la región, mostraron ser una de las fortalezas del nuvo C4 Cactus. Si bien no es tracción integral, cuanta con un Grip Control para configurar diferentes suelos y adaptar su andar fuera del asfalto.

El otro punto destacado se refiere a la seguridad a través de 12 asistencias a la conducción. El C4 Cactus brasileño incorpora Active Safety Brake (Sistema Autónomo de Frenado de emergencia y Alerta de Colisión), alerta al cambio involuntario de carril, alerta a la falta de atención del conductor, Coffee Break Alert (indicador de descanso recomendado), luces adaptaticas en curvas, ESP (Control de estabilidad) y Hill Assist (Ayuda de arranque en pendiente), entre otros. La dotación de airbags varía entre 4 y 6 de acuerdo a la versión.

La devaluación brusca de los últimos días frenó el precio del C4 Cactus, que se conocerá recién la próxima semana.

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