10 de septiembre 2018 - 23:17

Imputación a Bonadio por allanamiento a Cristina, en manos de fiscal Taiano

• DERIVACIÓN DE CAUSA "CUADERNOS" QUE PUEDE INFLUIR EN EL DESTINO DEL JUEZ DEL CASO
Denuncia del abogado Beraldi delegada en la fiscalía que debería avanzar. Expresidenta pidió ser querellante. Brasa caliente para Comodoro Py por el “efecto esmeril” sobre el magistrado que investiga sobornos.

Eduardo Taiano.
Eduardo Taiano.
Los (hasta ahora) infructuosos pedidos de apartamiento al juez Claudio Bonadio por parte de los imputados en la denominada causa "cuadernos" aumentarán sus chances a través de una causa paralela que podría influir en el destino del juez al frente del caso. Es la denuncia del abogado de Cristina de Kirchner, Carlos Beraldi por irregularidades detectadas y su expulsión durante el allanamiento llevado adelante en el domicilio de Recoleta de la exmandataria. El fiscal Eduardo Taiano deberá decidir si imputa al juez bajo la figura de abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público, o si por el contrario considera que no hay delito, lo que puede abrir otro escenario. Brasa caliente en tribunales por su impacto en la investigación principal: como en el caso dólar futuro, Cristina se presentó como querellante contra el magistrado que la puso en la mira.

La causa radicada ante Sebastián Casanello ya tuvo su tironeo entre fiscales, luego del operativo del 23 de agosto con resultado nulo en el domicilio de Juncal y Uruguay. Carlos Stornelli fiscal a cargo de la mega investigación por sobornos en tándem con Bonadio, y que había resultado sorteado para este caso también- declinó intervenir en la denuncia. Lo hizo apenas Casanello delegó la investigación para que sea la fiscalía la que avance en la producción de medidas de prueba. La decisión entonces pasó al fiscal general ante la Cámara Federal Germán Moldes, quien la semana pasada optó por Taiano para que se ocupe. En los usos y costumbres, cuando un fiscal se excusa, el expediente pasa a la fiscalía inmediatamente siguiente por correlación numérica. Eso hubiera dejado la denuncia de Beraldi en poder del fiscal Franco Picardi. Moldes lo evitó, eligiendo algo que también le está permitido dentro de sus facultades discrecionales como superior de los fiscales de instrucción: lo envió al representante del Ministerio Público anterior al excusado, es decir, a Taiano.

El fiscal ahora tendrá dos opciones. Deberá impulsar una investigación penal e imputar a Bonadio luego de tener delegado el expediente. O avanzar directamente en las medidas de prueba para confirmar si hubo abuso de autoridad y si el juez cometió un delito al impedir que el abogado de la exmandataria pueda presenciar el allanamiento. Este punto resulta crucial por su impacto paralelo en la investigación principal por los cuadernos donde, hasta ahora, la Cámara Federal y Moldes se han pronunciado por ratificar a Bonadio pese a las sucesivas recusaciones en su contra, que van desde la sospecha de "fórum shopping" inicial para quedarse con la causa hasta la denuncia de otro tipo de arbitrariedades durante el proceso. Sin jugarse demasiado, en la Cámara deslizaron que no tienen margen político para correr al magistrado, menos después de que recibiera el apoyo simbólico (y material) del presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti. Todas las miradas se dirigen a Casación, donde la Sala I que debe intervenir está compuesta por dos nuevos integrantes a los que miran dentro y fuera de Comodoro Py para comenzar a "medirlos".

La opción más cómoda para Taiano para no crear un cisma que esmerile a Bonadio es considerar que no hubo delito y tratar de que se archive la denuncia. Sin embargo tampoco es sencillo luego de que el juez ordenó que avance: deberá fundar un dictamen que justifique y fundamente bajo los preceptos de legalidad y racionalidad por qué no investiga a su colega, bajo el riesgo de que pueda ser anulado por Casanello. En esta madeja judicial existe otro elemento a considerar. Cristina de Kirchner pidió ser querellante por el allanamiento a su casa y la expulsión de su abogado que estaba en el lugar, algo que consideraron de "extraordinaria gravedad institucional". Significa que más allá del impulso fiscal podrá avanzar contra Bonadio como acusador particular. Lo señalará por "violentar garantías constitucionales básicas (la inviolabilidad del domicilio y defensa en juicio)", además de que el accionar del juez "constituye un indebido entorpecimiento del ejercicio de la profesión de abogado". El Colegio Público de Abogados de la Capital Federal impuso veedores para controlar el proceso. El juez les respondió que expliquen en carácter de qué se presentaban en la causa.

Todo este escenario está sazonado por una curiosidad: en tribunales afirman que en este tipo de denuncias se debe probar el "dolo" en la conducta del juez, que es el conocimiento y la voluntad de apartarse de la ley. Pero los antecedentes de Bonadio (conocido por arbitrariedades varias) podrían ayudarlo a marcar una coherencia en su comportamiento más allá del caso en el que está actuando. Algo así como una propia interpretación de leyes y reglamentos que lo ubicarían en la delgada línea de no estar (insólitamente) infringiendo una norma que elige desconocer.

Dejá tu comentario