18 de septiembre 2018 - 21:39

La expectativa social sobre la economía acentuó su tendencia negativa en agosto

El relevamiento del Índice General de Expectativa Económica de Kantar TNS mostró la caída en un punto con respecto a julio y se profundizó el pesimismo a futuro.

El relevamiento del Índice General de Expectativa Económica de Kantar TNS mostró la caída en un punto con respecto a julio y se profundizó el pesimismo a futuro.
El relevamiento del Índice General de Expectativa Económica de Kantar TNS mostró la caída en un punto con respecto a julio y se profundizó el pesimismo a futuro.
En los últimos meses, la percepción social de la situación económica sufrió un nuevo impacto producto de la megadepreciación que viene golpeando la moneda local y el continuo aumento de la inflación. El índice que mide el "humor social" cayó un punto en agosto con respecto a julio y reafirmó su tendencia negativa reiniciada en marzo.

El dato se desprende del relevamiento realizado por la agencia de investigación Kantar TNS a partir de la conformación del Índice General de Expectativas Económicas (IGEE). El séptimo mes del año, las expectativas económicas se ubicaban en torno a los 72 puntos mientras que el mes pasado se contrajo un punto al caer a 71.

El nivel de pesimismo en cuanto al nivel general de las expectativas económicas cayó a cifras por debajo del piso de la serie histórica de 2009.

El informe efectuado en base a una muestra de 1202 casos a nivel nacional en 168 localidades, mostró una baja en particular de las expectativas a futuro con respecto a la situación actual y futura. Por un lado, la primera bajó de 70 a 66 en igual período, mientras que la segunda pasó de 63 a 60.



Julieta Dejean, directora comercial de Kantar TNS, sostuvo que la tendencia a la baja comenzó evidenciarse a partir de la segunda mitad de 2017 pero en marzo se acentuó, reafirmándose en los meses siguientes. "A partir de la segunda mitad de 2017 comienza a evidenciarse mayor nivel de pesimismo, y las expectativas a futuro se ubican por debajo de la evaluación del presente", dijo y profundizó que en el segundo trimestre de 2018 empezó a evidenciarse "una caída generalizada de las expectativas, tendencia que se acentuó durante junio y julio".

En ese sentido, detalló que "la caída de agosto fue impulsada por evaluaciones negativas respecto de la situación actual y futura, tanto en lo económico como en lo laboral".

Si bien Dejean sostuvo que la tendencia se había revertido en 2016 luego de las elecciones y a partir de la asunción de Mauricio Macri a la presidencia, señaló que la caída volvió a registrarse con un nivel más crítico recientemente y adelantó que seguirá profundizándose. "Las expectativas continúan a la baja, con un índice que se ubica en los valores más bajos de la serie histórica, cuyo piso se había registrado durante 2009", dijo.



Pese a ello, el índice con respecto a la compra de bienes durables mostró cambios positivos el mes pasado. Si en julio se había ubicado en 91, en agosto subió dos puntos y cerró en 93. "Esta situación podría explicarse por la intención de tratar de aprovechar la oportunidad antes de que se reacomoden los precios de estos productos como efecto de la devaluación, entre quienes tienen capacidad de compra", concluyó Dejean.

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