21 de septiembre 2018 - 23:16

Lo que se dice en las mesas

• ¡Bienvenida primavera! Sigue la fiesta en Wall Street. Florence, ¿la calma antes de la tormenta? Aquí también festeja el Dr. Ahorro y su colega. Dolor en el futuro. • Cumbre en el Bosch. Madura el acuerdo.

Lo que se dice en las mesas
"¡Quiero que llegue pronto la primavera!" decía el hit de Palito de los '60, que resonaba semanas atrás en las mesas y en los despachos oficiales. Y parece que el deseo del Gobierno se hizo realidad y los mercados comenzaron a festejar el renacer de los activos argentinos. Además, como Wall Street sigue de fiesta el contexto internacional suena amigable. Claro que ante los récords alcanzados por el Dow y el S&P llueven todo tipo de pronósticos y advertencias de un futuro ajuste. Por lo pronto los inversores padecen de autismo frente a quienes aventuran el fin de la burbuja. La economía de EE.UU. sigue pujante y crecen las apuestas sobre el recrudecimiento de la "escaramuza" comercial -como le dice Jamie Dimon (CEO del JPMorgan) al conflicto- entre EE.UU. y China luego de las elecciones de noviembre. Ahora bien: ¿el huracán Florence es la antesala de la tormenta en Wall Street? Para CoreLogic, Florence será la tormenta más costosa: u$s170.000 millones. Ya que el huracán Katrina (2005) costó u$s160.000 millones, seguido por el Harvey (2017) con u$s125.000 millones y María u$s90.000 millones. Los estudiosos señalan que las tormentas rara vez han provocado ventas masivas. Según la firma de investigación CFRA, en los últimos 15 años el S&P 500 disminuyó un 0,2% promedio en el mes posterior a un huracán, pero subió un 3,9% promedio en los siguientes tres meses. Para algunos el hecho de que los volúmenes de negociación son más bajos que el promedio, sugiere que Wall Street está en modo espera antes de realizar ajustes importantes. Como referencia el índice Toro/Oso de Goldman -mide la probabilidad de un mercado bajista- está en el punto más alto desde 1969. Claro que esto podría interpretarse, no como que un mercado bajista está a la vuelta de la esquina, sino que podría esperarse un período de menores rendimientos. Veremos quién tiene razón. Mientras tanto el BCRA "arrinconó" al dólar en una banda de $38/$40. Aunque se perdieron u$s1.038 millones de reservas que cayeron a menos de u$s49.000 millones. Hoy deberían ingresar los u$s900 millones captados por las Lecap. Al respecto, los sub40 y sub30 se sorprenden del festival de siglas: Lebac, Leliq, Lecap, Letes, Bonte, etc. Ya ser refieren a los creadores como "FarmaToto y el Dr. Nico Ahorro". Pero los sub50 les enseñan que en los '80 hubo un festival de bonos que se parecía a una lista de genéricos de Ginés Gonzalez García: Tidol, Denor, Tacam, Ticof, Bagon, Ledo, Leda, Lefa y Barra, entre otros. Los más memoriosos recuerdan el fallido Plan Primavera de 1988 y temen que se repita la historia, por lo que monitorean el nivel del tipo de cambio real. Lo cierto es que hoy los semblantes cambiaron. Se respira otro aire y como desde esta sección adelantáramos la ampliación esperada del acuerdo con el Fondo gatilló el buen humor. El riesgo-país volvió a coquetear con los 600 puntos, nivel no visto desde principios de agosto pasado. Es alto aún, pero mejoró bastante (cayó 23% en lo que va del mes). Otro tanto ocurrió con las acciones y los que entraron en la debacle ya ganaron más del 30%. El "escocés", conocido gestor local, "culpa" a los de afuera, sobre todo, por el efecto MSCI. Mucho run run por las compensaciones en el futuro. Parece que el BCRA al final respiró y los que jugaron en contra no tienen clemencia. La gente del Credit Suisse anduvo por la City y se fue motivada por el pronto acuerdo con el Fondo.

Mientras el Presupuesto sigue su derrotero, en el Congreso hubo ayer una sorpresiva cumbre en el Salón Bosch del BCRA. El "Toto" Caputo y Gustavo Cañonero recibieron a un centenar de operadores, gestores y gente de la CNV, Superintendencia y gente del mercado. Sin intención de hacer anuncios sino de intercambiar ideas sobre el mercado comenzó Caputo haciendo un resumen de lo sucedido desde que asumieron. Comentó que lamentablemente, todo lo que intentaron hacer en un comienzo fue borrado por la crisis de crédito que provocó el tema "cuadernos" y Turquía. Fue muy cuidadoso de no criticar a la conducción anterior del BCRA. Se concentró en decir que era necesario un nuevo acuerdo en el marco de una nueva realidad. Si bien no adelantaron montos ni detalles del acuerdo, comentaron que el mismo avanza en tres frentes: fiscal, monetario y cambiario, siendo los dos últimos responsabilidad del BCRA. Esperan que los avances acordados en la negociación despejen las dudas en los tres frentes. Consideran que por una cuestión de los nuevos "fundamentals" que se proyectan (mejor situación fiscal y externa) y por una posición técnica del mercado, el tipo de cambio habría alcanzado una situación de equilibrio, como lo demostró ayer, y ahora se puede empezar a pensar en el mediano y largo plazo. Con respecto al tema Lebac, están convencidos que era necesario y beneficioso avanzar en el desarme, dado que generaba una debilidad en el BCRA. Al mismo tiempo, son conscientes que el mercado se queda sin un sustituto, dado que ni las Lecap ni las Letes tienen la liquidez de las Lebac. Por ello están trabajando con los bancos para que puedan aparecer "market makers". Sobre el cierre hubo un intercambio de visiones de cómo ayudar a generar un mercado de capitales que pueda sustituir la dependencia del financiamiento internacional. Otra vez sopa.

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