15 de octubre 2018 - 00:00

EE.UU. y Reino Unido evalúan un boicot a una cumbre saudita por el caso Khashoggi

Varias empresas suspendieron proyectos multimillonarios y cancelaron su participación en el “Davos del Desierto”. La monarquía absoluta anunció represalias si Occidente confirma la aplicación de sanciones.

CRESCENDO. La desaparición de Jamal Khashoggi tras ingresar en el consulado saudita en Estambul movilizó a la comunidad internacional, que ha aumentado la presión con el correr de los días.
CRESCENDO. La desaparición de Jamal Khashoggi tras ingresar en el consulado saudita en Estambul movilizó a la comunidad internacional, que ha aumentado la presión con el correr de los días.
Riad y Washington - Arabia Saudita prometió ayer represalias a eventuales sanciones, un día después de que el presidente estadounidense Donald Trump amenazara con infligir un "castigo severo" a la monarquía islámica si se demostraba su responsabilidad en la desaparición del periodista Jamal Khashoggi.

El caso que provocó una gran preocupación mundial, podría tener consecuencias significativas en el programa de reformas, especialmente económicas, impulsadas por el príncipe heredero Mohamed bin Salmán. De a poco, las reacciones internacionales se han incrementado y el sábado el presidente estadounidense Donald Trump consideró que el reino podría estar detrás.

Jamal Khashoggi, editorialista crítico con el poder de Riad y colaborador, entre otros, del diario The Washington Post, se presentó el 2 de octubre en el consulado saudita en Estambul para obtener un documento necesario para su futuro matrimonio, pero nunca salió. Su novia lo esperó en la calle por horas hasta que hizo la denuncia. Si Riad es responsable, habrá "un castigo severo", añadió Trump.

Arabia Saudita, que desmiente categóricamente cualquier implicación en el posible asesinato del periodista -exiliado en Estados Unidos desde 2017-, dijo por su parte "rechazar íntegramente cualquier amenaza o intento de debilitarlo, a través de amenazas de sanciones económicas o mediante presiones políticas".

Si se aplican sanciones, el reino "replicará a cualquier medida con una aún mayor", declaró un alto funcionario saudita, citado por la agencia oficial SPA, que guardó el anonimato. "La economía del reino desempeña un vital y efectivo rol en la economía mundial", advirtió.

La desaparición parece haber enfriado el entusiasmo que mostraban aún hace una semana los inversores por los faraónicos proyectos económicos del príncipe heredero Mohamed bin Salmán. "Hay una especie de incertidumbre en torno a la situación sobre la desaparición de Khashoggi, que provoca la caída del mercado", dijo Mohamed Zidan, analista en estrategia para Thinkmarket en Dubái.

El multimillonario británico Richard Branson anunció la suspensión de varios proyectos en el reino. Además varios socios de renombre anunciaron que no participarán en el "Davos del desierto", la segunda edición de la conferencia "Future Investement Initiative", que se organiza en Riad entre el 23 y el 25 de octubre.

También retiraron su apoyo al evento, muy preciado para Mohamed bin Salmán, medios como el Financial Times, The New York Times y The Economist, así como el director general de Uber.

En base a versiones de fuentes diplomáticas, la BBC informó que el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, y el secretario del

Comercio Internacional del Reino Unido, Liam Fox, podían anular su presencia en la cumbre.

Del lado saudita, un poderoso hombre de negocios emiratí, Jalaf Al Habtoor, instó a los países del Golfo y a los aliados de Riad a boicotear a las empresas que se retiren de esta cita.

"El hecho de que participantes de primer rango se retiren tuvo también un impacto negativo en la actitud de los inversores", añadió el analista Mohamed Zidan.

En medio de la crisis el rey Salman habló ayer con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, a quien le enfatizó la "solidez" de las relaciones bilaterales, informó el ministerio de Relaciones Exteriores saudita. El sábado, Turquía había acusado a Arabia Saudita de no cooperar en las pesquisas, y especialmente, de no dejar entrar a los investigadores al consulado saudita en Estambul.

De acuerdo con la versión policial turca, el periodista pudo haber sido asesinado dentro de la sede diplomática y no se descarta que haya sido descuartizado para ocultar su cadáver. En cambio, los sauditas afirman que abandonó el consulado.

Agencias AFP, Reuters, ANSA y

Ámbito Financiero

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