15 de octubre 2018 - 09:05

Alberto Arizu: "Sería un error volver a atrasar el tipo de cambio"

En diálogo con ámbito.com, el director de Bodega Luigi Bosca analizó la situación actual del sector vitivinícola y su estrategia para sortear los obstáculos que la crisis económica impone al sector.

Alberto Arizu: Sería un error volver a atrasar el tipo de cambio
Luego de cuatro generaciones de tradición vitivinícola, podría afirmarse con certeza que la familia Arizu ha transitado todas las crisis económicas de la historia reciente argentina. Bodega Luigi Bosca, la compañía que supieron fundar y convertir en una de las marcas más representativas del vino argentino, salió airosa de los avatares sufridos en sus casi 120 años de historia.

La tradición familiar es uno de los pilares de Luigi Bosca, pero no el único. La apuesta por la innovación de la marca se proyecta en el e-commerce (su Malbec fue el más vendido durante 2017 según el Seminario del Vino Online), y su búsqueda de nuevos mercados al tiempo que refuerza su presencia institucional, siendo una de las empresas elegidas para conformar el selecto grupo del Business 20 (B20).

En este marco, Alberto Arizu (h), director de la bodega y presidente de Wines of Argentina, analizó la situación del sector y realizó proyecciones pensando en 2019. Si bien se mostró confiado en el rumbo económico, pidió aliviar la carga impositiva y no "volver atrás" con el tipo de cambio.

Periodista: Este año fue uno de los empresarios elegidos para integrar el B20, ¿qué le dejó la experiencia?

Alberto Arizu (h): Hace varios meses me convocó el Chair del B20, Daniel Funes de Rioja, y fue una enorme satisfacción participar de este foro sin precedentes para el país. Creo que ha sido un trabajo espléndido, y no sólo que muchas de las recomendaciones que elaboramos a lo largo del año han sido parte del trabajo final que se le entregó al presidente Mauricio Macri para que eleve en la Cumbre de Líderes, sino que además sirven como política de Estado.

Periodista: ¿Qué estrategias emplea para sortear el contexto de crisis económica que atraviesa el país?

A. A:
Hay que empezar a pensar al país con una visión de largo plazo. Ver a Argentina en el corto plazo nos daña mucho y nos lleva a tomar decisiones muchas veces equivocadas, o impulsivas, que tal vez no tienen efecto. Un país que ha tenido recurrentes crisis económicas, que no ha terminado de solucionar sus problemas reales de fondo, que ha estado degradado y que tenido fracasos sistemáticos durante más de siete décadas, o quizás un poco más, es difícil pensar que en poco tiempo y con algunas medidas pueda salir adelante. El país va a necesitar mucho tiempo de hacer las cosas muy bien para sortear los problemas de fondo de Argentina, como los altos niveles de pobreza. Este último período turbulento del año no es ni más ni menos que una de las recurrentes crisis propias de una economía sumamente débil, con un déficit fiscal crónico que es la madre de todos nuestros problemas, que dependemos absolutamente de los mercados internacionales para financiarnos y que cualquier tempestad nos afecta enormemente más que a cualquier otro país del mundo, y además con una poca confianza en nuestra moneda. Todo esto es lo que nos hace sumamente débiles, y es por esto que Argentina va a tener que acudir a políticas de largo plazo para corregir esta situación.

P.: ¿Cómo impactó la crisis económica en el sector vitivinícola?

A. A.:
El sector vitivinícola es un sector muy amplio que depende de dónde se lo mire y de qué lado de la cadena te parás. El tipo de cambio en Argentina tuvo una enorme devaluación este año en gran parte porque venía con un retraso importante, y ese retraso no se había hecho para nada bien. Esta es una economía regional que se ve beneficiada con un tipo de cambio lógico y un tipo de cambio que no sea atrasado respecto a la inflación. Sería un error volver a atrasar el tipo de cambio. Ahora hay que ver cómo esto impacta en la inflación porque Argentina es un país que lamentablemente es bimonetario y piensa excesivamente en el dólar, y es un país que no puede darse el lujo de sostener un tipo de cambio bajo, tiene que tener un tipo de cambio a la altura de lo que necesitamos. Las economías regionales lo necesitan para exportar, dado que las exportaciones son la puerta al futuro de la Argentina, porque así vamos a abrir muchísimos puestos de trabajo de calidad y vamos a tener acceso al turismo.

P.: ¿Cuáles son las principales demandas del sector al Gobierno?

A. A.:
Aunque hay una coyuntura de problemas más urgentes, los dos temas centrales en los que el Gobierno debe enfocar su atención para resolver son por un lado el impositivo, que es una carga muy pesada para las empresas. Nosotros de hecho exportamos hasta impuestos. Las retenciones no fueron una medida muy feliz y confiamos en que las van a eliminar ni bien Argentina encuentre los equilibrios necesarios, pero lamentablemente siempre se recurre a esa parte del ajuste, que no es la mejor para el sector. Por otro lado, la tasa de interés. Este es un sector que necesita financiar, dado que se trata de capital intensivo, y con estas tasas de interés es muy difícil pensar en el largo plazo.

P.: Faltan menos de tres meses para terminar el año, ¿cuál es su balance para Luigi Bosca?

A. A.:
En término de exportaciones, en vino embotellado vienen dos puntos abajo comparadas con el año anterior en términos de volumen. Se recuperaron, y creo que van a terminar en líneas similares respecto al año pasado. Tampoco el mundo está fácil, hemos tenido un año un poco raro, con Brasil todo empezó bien pero se enrareció con la transición política. Hasta ahora la lectura política de los mercados ha sido positiva y espero que eso repercuta en las ventas. Hay mercados y mercados, pero en líneas generales Argentina va a estar en volumen similar a 2017. Sí mejoró muchísimo la venta de vinos a granel, pero obviamente veníamos de un piso de casi de cero, porque entre el atraso cambiario y las desventajas que tiene Argentina por los aranceles que pagan los vinos a granel el país es muy poco competitivo, por eso la mejora con el tipo de cambio fue inmediata.

P.: ¿Y en términos generales para la economía local, cuáles son sus proyecciones?

A. A.:
Vamos a tener por lo menos un primer trimestre bastante complejo, con la inflación tendiente a la baja pero todavía en niveles altos. Las medidas que tomó el Gobierno son difíciles y duras, pero atacan el problema de raíz y en la medida en que vuelvan a recuperar los equilibrios macroeconómicos el país va a ir saliendo adelante, y cuando salga lo va a hacer de manera más sustentable y sólida. Considero que podemos empezar a ver algo de mejora sobre el segundo trimestre del año que viene.

Dejá tu comentario

Te puede interesar