2 de noviembre 2018 - 00:11

Cumbre antiparo de Sica con CGT; debate por freno a despidos y bono

GESTIÓN IN EXTREMIS EN EL GOBIERNO ANTES DE CONFIRMARSE OTRA PROTESTA - El ministro espera recibir a la mesa chica de la central a comienzos de la semana que viene. Las condiciones de los dirigentes para desactivar la huelga.

gestores. El ministro Dante Sica negoció con José Luis Lingeri las condiciones para una cumbre con la mesa de conducción de la CGT.
gestores. El ministro Dante Sica negoció con José Luis Lingeri las condiciones para una cumbre con la mesa de conducción de la CGT.
El ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, recibirá la semana próxima a la cúpula de la CGT para intentar un freno al paro nacional previsto para fines de noviembre. El encuentro, que gestionan en reserva el funcionario y dos dirigentes de la "mesa chica" de la central, se hará bajo la premisa de discutir tres planteos: una contención para los despidos al menos hasta marzo próximo, un pago extra de fin de año para jubilados y un beneficio para trabajadores activos a través del aguinaldo (exención de Ganancias o incluso una resolución para aumentarlo por única vez).

El primer encuentro cara a cara entre Sica y la jefatura de la central sindical se hará condicionado por la amenaza de la quinta huelga nacional contra la administración de Mauricio Macri en coincidencia con el arranque del G-20 en Buenos Aires y en momentos en que la propia central sindical debate la conveniencia de llevarla a cabo. El Consejo Directivo de la organización inició esa discusión este miércoles y pasó a un cuarto intermedio hasta el jueves próximo, cuando debería definir la fecha y modalidad de la protesta.

La negociación incluye un entramado de intrigas en la propia CGT y también en el Ejecutivo. Hasta anoche, el exministro y actual secretario de Gobierno de Trabajo, Jorge Triaca, permanecía al margen de las tratativas y su continuidad en el Gabinete parecía pender de un hilo, sobre todo luego de difundirse esta semana una denuncia contra su entorno por supuestos desvíos de fondos en la intervención del gremio de vigiladores privados (Upsra).

Para neutralizar las internas, la gestión quedó acotada al propio Sica, a José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Andrés Rodríguez (estatales de UPCN), ambos referentes del denominado grupo de los "independientes" que mantienen diálogo frecuente con el Ejecutivo. Con el aval del ministro, los gremialistas se ocuparon entre el miércoles y ayer de buscar volumen y consenso interno para alumbrar una mesa de diálogo. De este modo, los dialoguistas esperan contrapesar a los dirigentes que más presionan por llevar adelante el paro, entre los que se encuentran el cosecretario general Carlos Acuña, referente de Luis Barrionuevo, los exaliados de Hugo Moyano y el ferroviario Omar Maturano.

Por lo pronto, los "independientes" y los "gordos" de los grandes gremios de servicios, los grupos más negociadores, encontraron ayer buena recepción a sus gestiones por parte de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), el sindicato de colectiveros y el de mayor incidencia -junto con La Fraternidad, de Maturano- en una eventual huelga. Hoy desde las 10 habrá una reunión clave en la confederación de sindicatos del transporte (CATT) que servirá no sólo para la reaparición de su líder, el portuario Juan Carlos Schmid, extriunviro de la CGT, sino, sobre todo, para ahondar la discusión sobre el futuro paro nacional.

En tanto, Lingeri llamó al petrolero Antonio Cassia, presidente de la estratégica confederación de sindicatos de la energía (Catheda) para pedirle apoyo. "Coco" Cassia le transmitió el aval de su sector para dialogar con Sica y puso como condiciones el pago de un refuerzo de haberes para los jubilados, algún extra para trabajadores activos y contemplar un freno a los despidos y las suspensiones.

Se trata en esencia del pliego que tiene toda la CGT para su primer acercamiento formal al Gobierno en la actual coyuntura. La diferencia es que mientras algunos sectores lo esgrimen como la base mínima para iniciar cualquier negociación, para los más dialoguistas representa un menú opcional sobre el cual el Ejecutivo puede ofrecer respuestas parciales que, en teoría, serían suficientes para desactivar la amenaza de huelga.

La ausencia de Triaca hasta ahora en la gestión de la cumbre tiene una doble explicación. Por un lado, Sica omitió participar a su ahora subordinado de las conversaciones con el puñado de gremialistas con los que tiene vínculo desde sus tiempos como consultor privado. De hecho, los equipos de ambos funcionarios trabajan sin coordinación y de acuerdo con sus propias agendas.

A esa indiferencia de origen que el ministro le dispensó a su secretario desde que asumió el doble cargo en septiembre se le sumó, esta semana, la difusión de una denuncia contra Triaca y su entorno por aparentes irregularidades en la intervención de Upsra. El expediente incluye una filmación oculta de dos colaboradores del secretario mientras al parecer cuentan dinero del gremio. La causa recayó en el juzgado federal de Daniel Rafecas, quien -tras dar a conocer que la presentación era endeble- la derivó a la Justicia penal ordinaria. En la CGT sospechan de Barrionuevo como impulsor de la denuncia relacionada con un sindicato que por años fue parte de su estructura de poder y que el gastronómico, según esa creencia, busca recuperar.

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