5 de noviembre 2018 - 23:30

Macri-Iglesia: mejor no hablar de fondos por esta semana

HOY SE REÚNEN OBISPOS EN PILAR. VISITA CLAVE LLEGA AL PLENARIO - Fuego amigo (una vez más) complica la relación del Gobierno con el episcopado. Se analizan fondos del Estado para la Iglesia, pero no habrá decisión hasta que termine negociación con obispos

Macri-Iglesia: mejor no hablar de fondos por esta semana
La confusión y las estrategias cruzadas volvieron a estallar en el Gobierno el fin de semana. ¿Quién dijo que este es el momento de hablar de eliminar el aporte del Estado a la Iglesia?, se preguntan de uno y otro lado del mostrador que divide esta negociación. Hoy habrá cónclave de obispos en Pilar (la Conferencia Episcopal Argentina) y los informes sobre la situación social en Argentina vuelan entre las sotanas. En la agenda de esa conferencia ya está anotado el tema del sostenimiento del culto. Además, está llegando para esa reunión el cardenal Peter Turkson, que es el titular del dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. Para ser más claros, es una especie de Carolina Stanley del papa Francisco. Como ancargado de temas sociales, llega al país con ganas de analizar la situación de la pobreza y, por si hiciera falta, trae como música rectora de todas esas discusiones a la encíclica Laudato Si'. No parece momento, entonces, para retomar la discusión sobre la eliminación del aporte estatal para pagarles el sueldo a obispos, curas y seminaristas. No hay que pensar mucho para entender que el Gobierno se ganará otro documento lapidario sobre la situación social que, si bien el papa Francisco no firmará, como lo hizo con la camiseta del "Lujanazo" de Hugo Moyano que llellevó a Roma un militante de La Alameda, seguramente tendrá también todo su apoyo. Curioso entonces que estallara este tema justo ahora.

Según pudo saber este diario, la Iglesia (a través de los representantes que tienen diálogo con el Gobierno) no dijo en ningún momento que está dispuesta a resignar los $140 millones de aporte estatal que se destinan a financiar asignaciones a obispos, a seminarios y a parroquias de frontera. Y si bien Marcos Peña ha sido un abanderado de consagrar de una vez por todas el principio de la laicidad en la Argentina y lo ha lanzado en el Congreso, no es seguro que el jefe de Gabinete vaya a tomar una decisión en ese sentido ahora, antes de terminar una negociación con la Iglesia.

Esos fondos corren del Tesoro a los templos en cumplimiento de normas varias; desde el artículo 2 de la Constitución nacional que garantiza el sostenimiento del culto católico, las leyes que se dictaron para reglamentarlo, hasta los acuerdos y concordatos firmados con el Vaticano.

Todo indica, entonces, que la negociación con la Iglesia por el tema fondos continuará y que el Gobierno garantizará que esos aportes no se corten hasta que no exista un acuerdo.

En 2018 el Estado nacional pagó $130.421.300 a la Iglesia y para 2019, al contrario de lo que se dijo, no hay suba sino recorte: $126.600.000.

No hay plazo para eliminarlo. Por lo tanto, los seminaristas seguirán cobrando un aporte de $3.500; un obispo diocesano $46.800, obispo auxiliar $40.950; obispo emérito $ 40.950 y los administradores apostólicos y diocesanos $46.800. (Todos datos aportados por la Jefatura de Gabinete para 2018).

Con los curas rasos el tema es más complicado porque no sólo reciben fondos de la Nación, sino también de las provincias, pero se sabe que (quienes cobran) reciben un sueldo de $ 25.000.

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