ón, el compromiso y la eficiencia, y surgen importantes problemas de comunicación, ausentismo y conflictividad. En estos casos, es necesario crear un departamento externo de RR.HH. de modo de prevenir los riesgos en las relaciones laborales, así como fijar un sistema confiable de selección e inducción, pautar los procedimientos para el desempeño correcto y designar a las personas indicadas para cada puesto.
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Los beneficios esperables son varios. Primero, permite mejorar y canalizar de forma óptima la comunicación interna. En segundo lugar, resuelve los conflictos e incrementa la calidad del desempeño individual y de los equipos, Tercero, establece funciones, objetivos y responsabilidades de cada uno. En cuarto lugar, motiva. Y por último, forma al personal para el trabajo en equipo y ayuda al desarrollo de liderazgos. Hay otro factor, claro: los números. Porque un área externa de RR.HH. evita los costos fijos de un departamento interno al tiempo que permite aspirar a resultados de excelencia. Finalmente, esta solución puede significar la diferencia entre una empresa organizada y otra que, aunque exitosa, avanza en tinieblas.
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