18 de octubre 2018 - 17:34

El adiós a Buenos Aires 2018: cosas por corregir que no modifican el sueño mayor

El adiós a Buenos Aires 2018: cosas por corregir que no modifican el sueño mayor
Gerardo Werthein y Thomas Bach eligieron caminos diferentes para llegar al mismo lugar. Era imposible que, ante el mínimo contacto conjunto frente a la prensa, no se los consultase por las chances olímpicas de Argentina a mediano plazo. Uno optó por el positivismo, el otro por la cautela. Para 2032 falta mucho, pero nadie quiere asegurar ni rechazar nada con los Juegos de la Juventud aun cercanos.

Hace décadas que Buenos Aires persigue el sueño de ser olímpica. Lo intentó para 1956 y 2004, y lo consiguió en 2013 cuando fue electa para ser sede de la edición para menores de 18 años. Pero la ambición por la cita máxima de verano sigue viva, quizás más a partir de esta experiencia.

Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional, expresó horas antes del cierre de los Juegos que "nadie puede dudar, después de todo esto, que Argentina sería un gran anfitrión", y fue contundente con su "sí" al responder sobre si era posible la candidatura para dentro de 14 años.

El titular del COA dejó de lado el énfasis que venía poniendo en los últimos meses y optó por una frase muy famosa, el anecdótico "paso a paso". "Primero tenemos que evaluar todo, y luego ponernos a pensar si los argentinos queremos esto, si es bueno para el país. Me siento honrado de que el COI nos apoye, pero nosotros tomamos la decisión", sostuvo Werthein.

La gala olímpica en la Ciudad salió como se esperaba, y en algunos aspectos fue mejor que en muchos de los Juegos tradicionales, con obras terminadas mucho antes del inicio, sedes funcionales y accesos gratuitos para que todo el público pueda acercarse.

Sin embargo, algunas cuestiones todavía necesitan un replanteo. Esa misma gratuidad que dio lugar a un millón de espectadores provocó enormes esperas en la gente. A la larga, terminó siendo un espectáculo libre pero exclusivo, porque muchas personas se quedaron sin ver un evento por el desborde de ingresos.

Algunos parques carecieron del orden y organización necesarios para contener los Juegos, pero más allá de esto, todos fueron un escenario casi ideal para las contiendas. El Urbano revolucionó con deportes nuevos, el Verde dio un marco único en los bosques de Palermo, y el Olímpico, con su inmensidad, permitió que más de la mitad de las disciplinas se desarrollen allí modificando pabellones.

Algunas instalaciones quedarán para la posteridad. La sede de Soldati, con el natatorio como vedette de Buenos Aires 2018, pasará en el corto plazo a ser un centro de alto rendimiento. La Villa Olímpica pronto será readecuada y comenzará el proceso de entrega a las familias que adquirieron los departamentos.

Sin dudas, el balance deportivo es crucial para comprender la importancia de los Juegos de la Juventud en el país. La delegación nacional sumó 32 medallas, 11 oros, misma cantidad de bronces y 10 platas. Desde las cifras, nunca Argentina consiguió tantos podios en un Juego Olímpico, y logró más del doble que en Nanjing 2014, también teniendo en cuenta que fue la comitiva más numerosa y tuvo representación en todos los deportes.

Al igual que con la cantidad de Pases Olímpicos, el número no debe enceguecer. La carrera de más de 140 chicos apenas está comenzando y este fue el primero de muchos pasos. Casi 700.000 atletas menores de 18 años fueron evaluados en este proceso, y aunque un grupo se quedó con un premio, en ellos está el futuro del deporte argentino. Es indispensable que la planificación y políticas apunten a sostener con el tiempo tanto sus entrenamientos como las competencias.

Con el apagado de la llama, se terminaron cinco años de perseguir un sueño que, en muchos sentidos, se hizo realidad. Con aciertos y errores, Buenos Aires 2018 estuvo a la altura y dejó sembrada una semilla para el futuro. Muchos chicos se acercaron a los parques con el programa "La escuela a los Juegos", y eso podría tener un rebote excepcional. También por la sensación de una posibilidad histórica del desembarco del gran circo en el país.

Ushuaia aparece en el radar inmediato del olimpismo. Werthein adelantó el interés de la gobernadora de Tierra del Fuego, Rosana Bertone, de llevar los Juegos de Inverno de la Juventud en 2024. Bach, que estuvo allí durante el tour de la antorcha, elogió las instalaciones, pero el proyecto todavía está en ciernes. Es uno más dentro de las ilusiones argentinas, rodeadas por los anillos más emblemáticos del mundo y que parecen abrazar al país cada vez más.

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