15 de julio 2013 - 00:05

Insaurralde, el síndrome Filmus y asalto anti-K al conurbano sur

• Massismo tiene números que lo dan arriba en Conurbano Sur.
• Efecto intendentes vs. corte de boleta.

Martín Insaurralde, Sergio Massa, Fernando Espinoza y Darío Giustozzi
Martín Insaurralde, Sergio Massa, Fernando Espinoza y Darío Giustozzi
"Para perder tienen que hacer todo mal. Todo". El diagnóstico se pone en boca de un consultor curtido y se susurra, con fervor, en las comandancias massistas. Desafía el mantra de Sergio Massa que ordena no enceguecer ante la numerología dulce, ascetismo difícil de cumplir cuando circulan informes con bondades electorales.

El viernes, con el candidato "top" de gira por la Buenos Aires rural, y su equipo de campaña atrincherado en Tigre, el ala del Frente Renovador que ordena Darío Giustozzi, intendente de Almirante Brown y segundo en la boleta, evaluó movimientos y datos de encuestas del conurbano sur.

La terminología bélica que sintetiza la disputa en la provincia de Buenos Aires como la madre de todas las batallas de Cristina de Kirchner señala a la Tercera Sección como el ring fundamental por ser el último refugio del peronismo K -nunca perdió ni en 2009- y, a partir de ahí, el instrumento electoral para revertir o, de mínima, equilibrar con Massa que tiene su base territorial-electoral en la zona norte.

La mesa chica del FR del sur la integran, además de Giustozzi, el sindicalista petrolero y diputado nacional Alberto Roberti, el senador bonaerense José Luis Pallares, de Lanús -que reporta sin intermediarios a Tigre-, y Mario Giacobbe, aspirante a diputado que desafía a Juan José Mussi en Berazategui. También Carlos Acuña, legislador ligado a Luis Barrionuevo y que busca su reelección, el quilmeño Sergio "Chino" Villordo, Mónica López y, entre otros, María Elena Torresi, también con banca bonaerense, y esposa de Osvaldo Mércuri.

El viernes, reunidos en Almirante Brown, mapearon la sección. Un bosquejo inicial, sobre sondeos Massa vs. Insaurralde, refleja que en Lomas de Zamora, con más de 25 puntos de diferencia, en Esteban Echeverría con 5 puntos y en Berazategui, por 3, se impone el FpV mientras que el FR gana cómodo en Brown -casi 30 puntos de ventaja-, con cierto margen en Lanús y en Florencio Varela por entre 7 y 10 puntos, y con justeza en La Matanza -por 3 puntos-, Avellaneda por 4 y Quilmes por 5. En los "distritos chicos", llamado cuarto cordón -Presidente Perón, San Vicente y Ezeiza, entre otros-, la diferencia genérica para el tigrense es de algo más de 5 puntos, aunque los resultados no se segmentaron municipio por municipio. El general de la sección da algo más de 3 puntos arriba al tigrense.

La euforia massista aparece amortiguada por una aceptación: la encuesta no contempla un elemento determinante referido a la incidencia de los intendentes que, en muchos casos, registran índices de imagen positiva superiores a los que tiene la Presidente.

Cacicazgos

No es un dato menor. El matancero Fernando Espinoza, el quilmeño Francisco "Barba" Gutiérrez y Alejandro Granados de Ezeiza encabezan las boletas de concejales, mientras que Jorge Ferraresi y Fernando Gray de Echeverría hacen figurar sus apellidos en las listas a través de sus esposas, Ada Sierra y Magdalena Goris, respectivamente.

"Con los intendentes metidos en la elección, el resultado se va modificar, pero aun así la gente ya se acostumbró a cortar boleta", dicen en el FR. Hay otro factor: el sistema de fiscalización y el dispositivo electoral podrían introducir algunos cambios en el resultado.

Esta tarde, en Tigre, Massa, Giustozzi y el equipo de campaña del FR analizarán una hipotética agenda de campaña para el conurbano sur. Hay dos factores que inciden en la decisión: por ahora, dicen, el clima electoral está "frío" y ni los actos ni las actividades generan interés, a lo que hay que sumar que ante una perspectiva electoral positiva se entiende que Massa no debe romper un statu quo que, hasta ahora, lo beneficia.

Síndrome

Enfrente, el peronismo territorial apuesta a la tracción desde los municipios y a la transferencia de votos que haga Cristina de Kirchner sobre Insaurralde para, según un intendente, sacar una ventaja lo suficientemente holgada en el conurbano sur como para revertir la potencial derrota en zona norte.

En Casa Rosada y en los búnkeres K se abrazan al supuesto de que Massa está en su techo e Insaurralde en su piso electoral, y que -como ya se contó en este diario- hay entre un 20% y un 33% -según Aresco o Poliarquía, en ese orden- de los votos a Massa que simpatiza con el Gobierno.

Esa táctica, la única hasta ahora, tiene un revés que circula entre dirigentes del PJ del conurbano, quienes temen que la exposición de Insaurralde junto con Cristina de Kirchner sin tener protagonismo ni hablar puede tener un efecto negativo: servir para fidelizar en algunos sectores, pero espantar a otros que rescatan acciones de la Casa Rosada, pero podrían ver con desagrado la visibilidad inerte del candidato de Lomas.

Un referente del conurbano definió ese riesgo como "síndrome Filmus", porque la excesiva cobertura de la Presidente en vez de permitir potenciar a Insaurralde podría desperfilarlo y sacarle entidad. Remite a que en la campaña porteña, Filmus quedó encerrado en el discurso K y no pudo salir a buscar a otros votantes. Hasta ahora, Insaurralde no se movió un milímetro del libreto oficial, dedicado a ganar nivel de conocimiento e identificación como el "candidato de Cristina".

Dejá tu comentario