Federico Sturzenegger (BCRA) decidió mantener las tasas en pesos al 38%. Su teoría es que deben seguir en altos niveles hasta tanto no haya señales claras de que la inflación se está desacelerando. Pero en el ínterin la actividad económica lo sufre. A las empresas se les hace imposible afrontar tasas de interés que en el mejor de los casos son del 40% anual. El crédito se está desplomando, especialmente los adelantos en cuenta corriente. Del otro lado, grandes inversores y hasta pequeños ahorristas se vuelcan a las Lebac para aprovechar esos rendimientos del 38% en medio de una estabilidad absoluta del dólar. (Págs. 3 y 4.)
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