24 de mayo 2016 - 00:00

Crisis en Brasil, impacto en Argentina

Marcelo Elizondo - Especialista en negocios internacionales
Marcelo Elizondo - Especialista en negocios internacionales
 Brasil se encuentra ante una crisis múltiple. La faz política de esa crisis devino en la reciente asunción del presidente Michel Temer (ante el "impeachment" contra la presidenta Dilma Rousseff). Pero para Argentina esto implica un hecho casi doméstico: se trata de nuestro principal socio comercial. La visita del canciller José Serra (su primer viaje luego de asumir) confirma la relación privilegiada entre ambos e inicia una nueva discusión entre los dos mayores miembros del Mercosur sobre las características del bloque. Esto de por sí es de enorme relevancia para la Argentina (el nuevo canciller de Brasil anticipó antes de su llegada a Buenos Aires que pretende flexibilizar las reglas de bloque para permitir acuerdos bilaterales de sus miembros con terceros países, lo que implicaría una reforma de matriz del marco jurídico del bloque).

Pero más allá de la suerte del Mercosur (y especialmente considerando que dentro del mismo no hay aranceles, hay normas supranacionales regulando el comercio transfronterizo, y existen algunos regímenes -como el automotriz- que alientan el intercambio comercial) por su lado Brasil en sí tiene dimensión especial para las exportaciones argentinas: es nuestro principal cliente desde hace muchos lustros porque el comercio internacional argentino moderno (casi inexistente hasta los años ´80) se despertó con el nacimiento del Mercosur -y en relación con Brasil-. Así, a fines de los años 80 la Argentina exportaba a su principal socio menos que 800 millones de dólares, y la evolución llevó a un récord de más de 15.000 millones a inicios de la presente década. Pero ese movimiento comenzó hace un tiempo a desacelerarse y revertirse y ya en los últimos tres años el intercambio entre Argentina y Brasil se redujo más del 45%.

Lo cierto es que los hechos de estos días están confirmado un escenario que se debilita. La economía de Brasil cae sistemáticamente (casi un 4% el año anterior, y probablemente de más del 3,8% este año, con un descenso de la actividad industrial que más que duplica el porcentaje de caída general de la economía), y esta crisis (de varios trimestres ya) hizo que la exportaciones a Brasil cayeran el año pasado alrededor del 27%, mientras las exportaciones argentinas totales al mundo cayeron mucho menos (-16%). Y eso produjo que, midiendo exportaciones desde el inicio de la segunda década del actual siglo, la participación de Brasil en las ventas externas argentinas haya descendido desde representar más del 21% en 2010 hasta explicar sólo algo más del 17% el año pasado. Hay que remontarse a diez años antes (cuando la Argentina había devaluado fuertemente su moneda y por ende tenía competitividad por menores costos reales para la producción y comercialización hacia terceros mercados) para encontrar una presencia relativa tan baja del principal socio del bloque en las ventas externas argentinas. Ahora bien: ocurre que en el reciente primer trimestre de 2016 la tendencia se agrava: mientras las exportaciones totales argentinas vuelven -después de mucho tiempo- a crecer en un rango del 3%, en ese primer trimestre de este año las exportaciones argentinas a Brasil caen un 25% (son casi 700 millones de dólares menores a las de igual período de 2015). Esto hace que Brasil represente en ese período medido de 2016 apenas el 15% de total de exportaciones argentinas. Hay pocos registros de tan baja participación brasileña en los embarques argentinos. Las más afectadas son las exportaciones de la industria tradicional, ya que el 85% del descenso de las exportaciones totales a Brasil está explicado por la baja de exportaciones de bienes industriales (MOI). Más aún: la caída de las ventas industriales (MOI) a Brasil explica el 60% de total de caída de exportaciones industriales a todo el mundo.

Todo esto implica que si se excluyera la relación comercial con Brasil, las exportaciones argentinas al resto del mundo estarían creciendo un 8,5%; lo que significaría una recuperación marcada en relación con 2015. Esto es lo mismo que señalar que sin considerar el efecto Brasil, las exportaciones argentinas al resto del mundo crecen casi tres veces lo que consiguen subir incluyendo el impacto (negativo) de Brasil. La suerte de la evolución del marco político y la performance económica en el principal socio argentino, serán, pues, elementos relevantes para el intercambio comercial en la región en el corriente año. Y esto no solo afectará la relación bilateral, sino a todo el Mercosur.

(*) Director de la consultora "DNI".

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