25 de mayo 2016 - 00:00

Prometen plan “amplio, caro y específico”

El proyecto de ley con el que se instrumentará el blanqueo de capitales y que será enviado en forma inminente al Congreso "será caro, amplio y con afectación específica". Así definió el titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Alberto Abad, al próximo llamado a exteriorizar capitales que hoy están fuera del sistema y en los que el Gobierno pone sus mayores expectativas para conseguir los dólares imprescindibles para poder ejecutar el demorado plan de desarrollo con que el macrismo apuesta a recuperar la iniciativa económica. Si bien el ministro de Hacienda Alfonso Prat Gay asegura que llegarán unos u$s 60.000 millones, en charlas internas dentro del gabinete del Palacio de Hacienda se entusiasman incluso con que se reciba aún más dinero (se calcula que hay unos u$s 400.000 millones de argentinos en el exterior). Como se deberá pagar un porcentaje importante (se habla de entre 8 y 10%), podrían reforzar las reservas del Banco Central en el segundo semestre del año, unos u$s 6.000 millones; lo necesario, según los números que planifica Prat Gay, para que haya el financiamiento necesario para terminar sin mayores problemas fiscales 2016 y proyectar un 2017 con posilidades de pensar en un año de crecimiento económico. Algo que para este ejercicio estaría casi perdido.

El plan incluye la obligación de declarar el dinero no registrado, y la compra de titulos públicos que emitirá Hacienda, y que no podrán ser vendidos por, al menos, un año luego de adquiridos; para evitar la salida rápida del mercado de capitales y el fomento de éste. Con lo primero se evitaría que el dinero llegue al país, se blanquee, y luego vuelva a salir produciendo algún cisma en las reservas. Lo segundo se relaciona con el plan del Gobierno para fomentar el mercado de capitales local, que opera a menos de u$s 50.000 millones, y debería llegar, según la idea oficial, a más de 150.000 millones de dólares. Según el tipo de capital que se quiera blanquear, y el tiempo de permanencia en el sistema financiero local, será la alícuota que pagará quienes blanqueen los dólares.

El único frente que preocupa al Gobierno, es la forma en que se presentará el plan a los contribuyentes que siempre mantuvieron sus dólares a la vista y pagaron impuestos en tiempo y forma, religiosamente. Para este público se estudia desde la AFIP algún tipo de beneficio dentro del impuesto a los Bienes Personales; o, eventualmente (tendrá un nuevo mínimo de 1 millón de pesos), el lanzamiento de un plan de pagos o incluso una "moratoria". La segunda explicación para presentar el blanqueo, será asegurar que la decisión se encuadra con las obligaciones que impone la decisión de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (Ocde) antes del inicio del intercambio de información tributaria entre más de 100 países que comenzará el primer día hábil de 2017. En otras palabras, para los escépticos y para los cumplidores, la explicación será que el Gobierno está casi obligado a aplicar este blanqueo, por obligaciones firmadas con otros sistemas tributarios de países con los que la Argentina tiene acuerdos firmados. Los que se sumen al blanqueo quedarán eximidos del pago de los impuestos que hubieran omitido declarar en concepto de Ganancias, a la transferencia de inmuebles, impuesto al cheque, IVA, impuestos internos, ganancia mínima presunta y bienes personales. Se excluye a las personas o empresas que se encuentren en estado de quiebra. También quienes estén denunciadas penalmente por la AFIP, delitos vinculados a lavado de dinero o financiamiento del terrorismo, así como quienes hayan ejercido la función pública, además de los contratistas de los tres niveles del Estado.

Dejá tu comentario