26 de mayo 2016 - 00:00

La guerra del Paraguay en mirada para la polémica

La película cuenta apretadamente la guerra del Paraguay, privilegiando la mirada impuesta en los últimos tiempos, vale decir, abundan las voces de elogio al control absoluto de los gobernantes paraguayos.
La película cuenta apretadamente la guerra del Paraguay, privilegiando la mirada impuesta en los últimos tiempos, vale decir, abundan las voces de elogio al control absoluto de los gobernantes paraguayos.
"Contra Paraguay" (Arg., 2014, habl. en esp.); Guión y dir.: F. Sosa; documental.



De Federico Sosa, egresado de la ENERC, son los cortos "Guapos" y "Argentino Vargas", buena historia de boxeo, amor y tango, el largo "Yo sé lo que envenena" y un par de capítulos de la miniserie "Germán, últimas viñetas", emitida por la Televisión Pública. El trabajo que ahora vemos, grabado entre 2012-2014, también tiene cierta impronta televisiva.

La película cuenta apretadamente la Guerra del Paraguay, privilegiando la mirada impuesta en los últimos tiempos, vale decir, abundan las voces de elogio al control absoluto de los gobernantes paraguayos del siglo XIX como prueba de estatismo progresista (empezando por el primero, Rodríguez de Francia, proclamado Dictador Perpetuo) y echan todas las culpas al liberalismo porteño que forjaría la Generación del 80.

Se alternan en la exposición unos muchachos que charlan entre ellos con juvenil seguridad, el historiador antiimperialista León Pomer, la ingeniera e historiadora paraguaya Milda Rivarola, el profesor Miguel Ángel Romero, director del Museo Histórico de Piribebuy (que con una sonrisa de tristeza cuenta las cosas más espantosas del final de la guerra), y otros conocedores, entre ellos, para equilibrar, el doctor Isidoro Ruiz Moreno, miembro de la Academia Nacional de Historia. Este último, con perspectiva amplia, recuerda ciertos detalles que hoy se pasan por alto: la invasión paraguaya a Corrientes, las cartas entre López y Urquiza planeando una alianza contra Buenos Aires, la ausencia de relaciones entre Brasil y Gran Bretaña, el encuentro de Mitre con López para proclamar la paz (a lo que este último se negó, porque implicaba su renuncia), el origen de los derechos de exportación en Argentina, etc.

Un investigador guaraní conduce a un caminante argentino por Estero Bellaco, Humaitá, "bastión del Paraguay" ahora en ruinas, y otros lugares tristemente célebres. Conmueve el recorrido por una famosa trinchera de construcción épica, ya medio nivelada por el tiempo y la naturaleza. Se lamenta, en cambio, el pobre registro de documentos (cartas, facturas, contratos de venta, etc.) existentes en diversos museos, que hubiera servido para avalar, o no, lo que dicen algunos expositores. Otras interpretaciones de la guerra pueden apreciarse en "Su mejor alumno" (Lucas Demare, 1944), "Argentino hasta la muerte" (Fernando Ayala, 1971, guión del historiador Félix Luna) y el notable "Cándido López, los campos de batalla" (José Luis García, 2005), que culminaba con una frase terrible: "Sólo los muertos tienen los ojos abiertos".

P.S.

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