En su último informe la Fed se mostró animada sobre la coyuntura y las perspectivas de EE.UU., pero en el plano internacional le preocupan los desafíos que encara China en su transición de un modelo basado en las exportaciones a otro que incida en el consumo interno; ahora se le han sumado los efectos por la decisión en el referendo del Reino Unido de abandonar la UE. Antes del encuentro de junio, la Fed se mostraba dispuesta a elevar las tasas, después de varios aplazamientos, pero el inesperado tropiezo en el desempleo y las dudas sobre el "brexit", que ha provocado una ola de volatilidad financiera global, le hicieron cambiar de idea. Ahora, como muy pronto, el mercado apuesta que la próxima suba será en diciembre.
Agencia EFE |
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