- ámbito
- Edición Impresa
Preocupa al mercado el riesgo de los "fondos blanqueadores"
• POR EL DESTINO QUE SE LE DARÁ AL DINERO QUE INGRESE A LOS FCI POR LA LEY DE EXTERIORIZACIÓN DE CAPITALES
En las mesas consideran que hay pocos instrumentos de la economía real para canalizar estas colocaciones y que muchos optarán por invertir los recursos en proyectos poco solventes. El Gobierno ya propuso un “período de gracia” para evitarlo, pero muchos creen que no alcanza.
Ante esta preocupación, desde la Secretaría de Finanzas ya adelantaron a la cámara de fondos comunes de inversión (CAFCI) que darán un "período de gracia" de entre 6 y 18 meses durante el que puedan colocar su dinero en títulos de corto plazo, como Letras del Tesoro en dólares, para luego tener que destinarlo al objetivo específico del fondo. Más allá de esto, en las mesas creen que llegará el momento crítico en el que, finalmente, una parte del dinero tenga que colocarse en proyectos inmobiliarios y de infraestructura poco solventes.
En el mercado está latente, aún, el recuerdo de los bonos "inciso K", que eran títulos de deuda vinculados a la economía real. Estos instrumentos le permitían a una buena parte del mercado (FCI y compañías de seguro) cumplir con una normativa que les exigía tener colocado un porcentaje de su patrimonio en proyectos productivos. La regulación terminó provocando un desorden y un desarbitraje en todo el mercado: ante la falta de instrumentos, las tasas de interés de estos bonos se acercaron a cero; y al mismo tiempo, el Gobierno anterior, que era el que debía aprobar cada emisión de deuda de este tipo, terminaba por colocar el sello de "inciso k" a compañías pequeñas de dudoso patrimonio que no siempre orientaban sus proyectos al sector productivo. El encargado de hacerlo era un comité de elegibilidad conformado por el Ministerio de Economía y la Superintendencia de Seguros, que terminó aprobando un título e incluyendo en este grupo, por caso, los bonos de Impsa, la metalúrgica del empresario Enrique Pescarmona que luego cayó en default. El mercado entero aún conserva estas cosas.
Para mitigar estos riesgos, y evitar que las entidades estructuren los fondos a medida de un proyecto en particular, la ley del blanqueo también forzará al sector a tener en su cartera al menos tres proyectos de infraestructura, de un mínimo de u$s10 millones cada uno. Y exigirá un número mínimo de 10 clientes, que aporten desde u$s250.000 hasta u$s10 millones.
Dejá tu comentario