Acuerdo Vidal-Kicillof para debatir post 10-D Presupuesto de Bs. As.

Primer contacto a solas tras el triunfo del domingo. Cruces por deuda, fondos para salud y educación. Gasto 2020 pone a prueba poder político.

gesto. Primer encuentro entre Vidal y Kicillof. Cordial en la forma, pero tenso en el contenido. Sigue la próxima semana con equipos técnicos.

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El gobernador electo, Axel Kicillof, mantuvo ayer un encuentro con la actual mandataria, María Eugenia Vidal, en la Casa de Gobierno de Buenos Aires, en La Plata. La reunión, que se extendió por más de dos horas, y que sucedió en buenos términos, fue en el marco de la transición rumbo al 10-D, fecha en la que el exministro de Economía se hará cargo del territorio bonaerense devolviéndole al peronismo el poder que perdió en 2015 a manos de Cambiemos.

“Le pedí que retrotraiga el aumento tarifario”, aseguró Kicillof ante los medios una vez terminado el diálogo con Vidal. Se trató del título más significativo en el marco de un incremento del 25%, congelado frente a la crisis y que se reactivará a partir de enero.

“Deberíamos haber aumentado la luz y no lo hicimos. Eso debemos hacerlo por contrato, por un contrato que heredamos de la gestión de (Daniel) Scioli. No aumentamos en el año atendiendo las dificultades del país, pero debemos hacerlo ahora porque así lo exige el contrato”, justificaban ayer desde el entorno de Vidal.

Se trata, en rigor, de una medida que generó los primeros roces de cara al proceso de transición y que complica el poder de maniobra del gobernador electo. “Lo que plantea el Gobierno es imposible de pagar. Le pedí a la gobernadora que cuide la situación de la provincia en áreas que son críticas. Hay una crisis económica y dejan una gestión con pocos recursos”, agregó el actual diputado ante una marea de micrófonos y lanzó: “Si no se puede pagar no es una tarifa, es una estafa”.

En el equipo de Kicillof dan por hecho que el gobernador electo iniciará su mandato con “la obligación inmediata de contener ese aumento con el que Vidal decidió despedirse de los bonaerenses”.

Ante la consulta de qué provincia recibirá el nuevo gobernador, una diputada cercana a Kicillof sostuvo que “hubo una intención clara de provocar un desgaste en la previa, pero no se encontró con nada nuevo de lo que ya había anticipado. Es interesante que hayan hablado durante tanto tiempo de pesada herencia para dejar la provincia como la dejan. Acá, sin dudas, hay una papa caliente. Pero ya estamos trabajando hace tiempo para dar vuelta este modelo”.

A partir de la semana que viene la transición continuará con representantes de segunda línea de ambos espacios. El lunes será el día en que los asesores de Kicillof se reunirán con los responsables del Ministerio de Economía de la provincia con el fin de poder ponerse al tanto de la situación financiera.

Los puntos más salientes de la reunión pasaron por la deuda provincial, infraestructura, la situación escolar y laboral. Pero sobre todo el Presupuesto que, como punto de concordancia, ambos resolvieron que se dirima en la Legislatura después del 10 de diciembre.

Para ese entonces, la Cámara baja estará equilibrada aunque el Frente de Todos aspira a sumar nuevos acuerdos que lo lleven a que la diferencia de un diputado a favor que tienen hoy se convierta en dos o tres más, al menos. En Senado, la oposición será más fuerte (26 a 20). Kicillof afronta un endeudamiento de entre 70 y 80 mil millones de pesos para el próximo Presupuesto.

El gobernador electo se presentó en su futuro lugar de trabajo a las 10.30 ante una gran cantidad de medios que no le permitían avanzar para llegar a la reunión. Adentro ya lo esperaban Federico Thea, Agustina Vila (suena como futura jefa de Gabinete), Augusto Costa y Carlos Bianco, sus asesores del equipo de transición económica, y la diputada Teresa García. “Hoy empezamos a trabajar”, dijo, entre sonrisas, antes de quebrar la pared de medios.

Subió las escaleras entre arengas, saludos y aplausos. Afuera, un grupo de trabajadores del centro de cómputos, nucleados en UPCN, agitaba con bombos y cánticos en reclamo de una bonificación en sus tareas informáticas.

Imagen de fuerza

Luego de la reunión con Kicillof, María Eugenia Vidal se plantó ante los 62 intendentes que ganaron en los 135 municipios bonaerenses. No fue un encuentro casual. Luego de la foto de la derrota que conlleva la transición, la gobernadora buscó mostrar la fuerza de Cambiemos en la provincia, donde la gobernadora saliente quiere ser la cara de la oposición en el terreno donde se concentra el 38% del padrón nacional. Kicillof, por su parte, viajó a Tigre para mantener una reunión con varios intendentes electos y aquellos que ya venían gobernando con el fin de empezar a dialogar sobre todo lo que viene en materia de trabajo conjunto.

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