2 de enero 2019 - 12:25

Adolescentes: ¿existen riesgos en las vacaciones con amigos?

Las situaciones peligrosas ocurren cuando en la familia no se habló previamente de situaciones de descontrol. Si los padres se vincularon con sus hijos en base al amor y los límites fueron puestos con autoridad y sin autoritarismo, es más fácil confiar sin temor.

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En la etapa adolescente se producen cambios fundamentales en distintos órdenes: tanto psíquicos como corporales como así también en el área de lo social. Uno de los movimientos que implica la necesidad de independizarse de las figuras parentales que representan la autoridad, son las “vacaciones con amigos”.

Aun cuando muchos adolescentes suelen viajar con sus padres, sobre todo en estratos medios y altos, es común a todos ellos la imperiosidad de pasar unos días fuera de casa con sus amigos. Este nuevo acontecimiento de la cultura actual cubre esa necesidad de sentirse liberados de ataduras de horarios y de dar cuenta de sus actividades. Así se siente “libres”.

Los peligros o situaciones de riesgo que conlleva este suceso ocurren en general cuando en la familia faltó una transmisión previa a este momento, de la implicancia de las situaciones de descontrol, tanto en el beber, en lo sexual, con la droga o la velocidad. Es decir que dichos riesgos dependerán del influjo educativo que ha recibido el niño desde pequeño.

Si los adolescentes desarrollaron un vínculo confiable con sus padres en base al amor y a la puesta de límites en un marco de autoridad y no de autoritarismo, los padres podrán confiar sin temor en que la transmisión previa a lo largo de la vida del hijo los ha dotado de la orientación adecuada. Así lograrán “pasarla bien” en lugar de autoagredirse.

Hablar de estos temas significa hablar con la verdad. La iniciación sexual y el contacto con la droga y el alcohol hoy es un momento previo al de vacacionar con amigos, por lo tanto la trasmisión de los peligros y el modo de cuidarse se trasmiten desde etapas más tempranas.

Los excesos tanto en drogas, alcohol, sexo o velocidad tienen que ver con la necesidad de evadirse de la realidad a causa de conflictos afines con fallas en el vínculo relacionados con la afectividad. Es por ello que la transmisión comienza con el amor, el cuidado desde pequeños y con la posibilidad de dar respuestas claras, ciertas y concretas sin tapujos sumado al ejemplo que vivencian en sus hogares.

Es real que un grupo se potencia en cuanto a desafíos y conductas riesgosas, sobre todo si hay un líder negativo idealizado por el grupo el cual, (el líder) como fenómeno de masa arrastra al resto. Estas situaciones pueden llevar al descontrol. Sin embargo un adolescente que se siente amado, cuidado y contenido por su familia puede reconocer esta situación y manejarla con cierto criterio de realidad. Pensemos que estos adolescentes también tienen miedo aunque muchas veces el sentimiento de omnipotencia y el deseo de probarse velan los temores.

Con respecto al dinero, en general ellos se desenvuelven con lo necesario .En caso de emergencia siempre hay formas de comunicarse y acceder a él aun cuando en este punto también es importante la enseñanza de la administración de la plata previa a este momento vital.

Con respecto a este tema, es necesario que previo a este momento de desprendimiento, los adolescentes hayan podido realizar un cierto aprendizaje en relación a la administración que ellos puedan realizar con la cuota asignada por los padres, más el plus que implica el hecho de operar de modo independiente en este período.

*La Dra. Felisa Lambersky de Widder es médica pediatra y psicoanalista, miembro titular de la Asociación Psiconanalítica Argentina (APA).

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