14 de septiembre 2020 - 00:00

Créditos: propuestas de los bancos para la cosecha gruesa

Una campaña agrícola requiere una inversión de aproximadamente u$s12.000 millones, de los cuales los bancos financian cerca del 35%, que se destinará para la compra de insumos, servicios y maquinarias.

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El mes de septiembre comenzó con mucha expectativa, no sólo porque es el momento en que miles de productores agropecuarios definen la estrategia que emplearán en la campaña de granos gruesos, sino también porque aparecen oportunidades para concretar buenos negocios hasta fin de año y esto se da por la enorme oferta crediticia que proponen bancos públicos y privados.

La producción agropecuaria es una gran demandante de crédito para la adquisición de capital de trabajo. Una campaña agrícola requiere una inversión de aproximadamente 12 mil millones de dólares de los cuales los bancos financian cerca del 35% que se destinará para la compra de insumos, servicios y maquinaria agrícola.

En este año tan atípico, se puso a prueba una vez más la adaptabilidad que tiene el productor argentino a los vaivenes de la economía: en el comienzo del segundo trimestre del año las empresas adelantaron las compras de insumos e incluso llegaron a adquirir productos pensando en la campaña 2021/22. Bajos precios, opciones de canje, tasas de financiación en los mínimos le dieron dinamismo a la adquisición de insumos. Había que resguardar el valor de la cosecha pero también llegar a la próxima siembra y ante la incertidumbre por la pandemia, no estaba claro si habría o no comercio internacional para que los insumos llegaran al país, entonces muchos productores adelantaron hasta el 100% de sus compras aprovechando tasas cercanas al 25% siempre en pesos y con plazos atractivos para el negocio.

En cuanto a la maquinaria agrícola, el sector esta sobrevendido y son muchas las empresas tienen sus plantas ocupadas hasta fin de año, sin embargo se pueden acordar negocios con tasas que, según marca y modelo de la maquinaria, van desde 5% hasta 35% siempre en pesos y con plazos de 12 a 60 meses. Al contrastar estos datos contra la expectativa de devaluación del mercado, el resultado es una tasa negativa y es por eso que muchos productores se volcaron a la compra de bienes de capital en estos últimos meses.

Desde el área de negocios agropecuarios de ICBC Argentina aseguran que el principal destino de la inversión es la agricultura. En tanto, en la división agro de Santander Argentina reafirmaron que este año se adelantaron muchas decisiones de compra de insumos. En este sentido, entidades como el Banco Patagonia pusieron a disposición herramientas financieras tales como el descuento de cheques y por supuesto las tarjetas agropecuarias.

En el caso del Banco de la Provincia de Buenos Aires, la Tarjeta Procampo dispone de un fondeo de 7 mil millones de pesos para financiar a tasa 0% las compras de hacienda, sanidad y nutrición animal, combustibles y todos los insumos hasta el 31 de diciembre. En el marco del Programa “Compre Bonaerense”, en algunos casos se puede obtener una financiación del 100% de la inversión, con plazos de 36, 48 y 60 meses y tasas del 20%, 22% y 24% anual.

Hernán Busch, gerente Comercial de Agronegocios de Banco Galicia, aseguro que “la ganadería es otra de las inversiones que las empresas realizan y es lo que nosotros también estamos buscando financiar”.

Cada productor crea su ingeniería financiera y la adapta a estos tiempos, aprovecha la oportunidad con tasas negativas y opta por instrumentos que le permitan resguardar su capital. Muchos se refugiaron en la compra de animales y las entidades financieras acompañaron el negocio dándole una mayor dinámica a la prenda ganadera, ofreciendo plazos e incluso cuotas cuando un productor quiere comprar una jaula de vaquillonas. Los precios récord del ternero de los últimos tiempos pusieron en evidencia lo atractivo de invertir en cabezas de ganado: son un resguardo en dólares y se pueden financiar con una tasa cercana al 22%.

Volvieron los créditos en pesos. En los últimos años era imposible encontrarlos, todos los acuerdos se pactaban en dólares porque eran las únicas tasas accesibles y además el productor calzaba el negocio con su producción, que también cotiza en moneda estadounidense. Ahora la liquidez de los bancos quedó en pesos entonces la oferta de crédito en moneda local se hace irresistible para quienes buscan invertir. Si a esto le sumamos las plataformas digitales que ofrecen las entidades bancarias, que le dan dinamismo a las operaciones, no quedan dudas que los bancos al menos en sus áreas vinculadas al agro serán muy solicitados en lo que queda del año y posiblemente cerrarán con buenos indicadores un 2020 que en la previa parecía complicado.

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