25 de febrero 2019 - 00:01

Ahorro del 15% para empleadores

Los empleadores comenzaron a experimentar desde enero un ahorro del 15% en el pago de las contribuciones patronales, gracias a la reforma tributaria, en la cual se fijó un mínimo no imponible que debe deducirse del valor bruto de las remuneraciones, previo al cálculo del monto. Así lo indicó el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), al señalar que “a medida que se registren incrementos salariales para acercar la pauta final de la paritaria a un valor más próximo a la inflación, dicho porcentaje se reducirá hasta ubicarse en un 9%”.

A través de la ley, el Gobierno fijó el monto mínimo en $12.000 mensuales, pero aplicable en forma gradual a partir del año pasado, en un 20% acumulativo por año. Su aplicación generaba a fines del año pasado un ahorro del 4,4% en el total de contribuciones patronales que debía afrontar el empleador. El IARAF sostuvo que “el ahorro del empleador que se ubicaba en 0,9% en diciembre pasará al 3,2% en enero y se tenderá a estabilizar luego cerca del 2%”. Y explicó que “la mayor reducción de costos se origina en la posibilidad de cómputo del 40% del mínimo a partir de enero de 2019 y en que el coeficiente de ajuste del mismo resulta superior a los aumentos salariales”.

Asimismo, conforme lo dispuesto en la Ley, se dispuso el ajuste por inflación del mínimo no imponible, teniendo en cuenta para ello la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC) entre los meses de octubre de cada año. De esta manera, en 2019, el valor total del mínimo pasará a ser de $17.509,20. A su vez, desde el inicio del año se puede comenzar a computar el 40% de dicho valor ($7.003,70), conforme la gradualidad establecida.

El IARAF manifestó que “el fuerte proceso inflacionario vivido en 2018 queda reflejado en una variación del IPC entre octubre 2017-octubre 2018 del 45,9%, siendo éste el índice de ajuste previsto para el mínimo no imponible”. “Esto, unido al atraso en la recomposición salarial necesaria para reducir la pérdida real de los salarios, tiene el potencial de generar durante un tiempo un ‘beneficio no esperado’ sobre los costos laborales de los empleadores, toda vez que el tamaño relativo del mínimo no imponible, en relación con el salario bruto, será mayor hasta que dicha recomposición se complete”, agregó.

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